Redacción. Después de cuatro años trabajando como conductor en el estado de Washington, Estados Unidos, el hondureño José Ávila ha decidido que su futuro no está en el norte, sino que en su «tierra natal».
Aunque su emprendimiento de transporte privado le ha generado buenas ganancias, no logró tolerar las estrictas normas de tránsito ni las constantes sanciones económicas.
“Todo te lo cobran. Si pasas una luz roja, son hasta 500 dólares de multa. Si te para un policía, tienes que ir a _Corte. Y si te acumulas tickets, hasta la placa del carro te levantan”, explicó José, originario de La Ceiba, en entrevista para un medio local.
José recuerda que en Honduras soñaba con una vida tranquila en Estados Unidos, pero al llegar enfrentó una realidad donde cada descuido al volante representa un golpe al bolsillo. “Tenés que tener cuidado con todo. Aquí la ley se cumple al pie de la letra”, agregó.
Durante su estancia, logró establecer su propio negocio y opera tres vehículos, principalmente para clientes latinos que prefieren no manejar para evitar el riesgo de infracciones o redadas migratorias.
“Con las deportaciones, muchos tienen miedo de manejar. Me contratan porque prefieren no arriesgarse”, contó.
Regreso a Honduras
A pesar del éxito financiero, el sistema vial estadounidense fue determinante en su decisión de regresar.
José planea volver a Honduras junto a su familia en los próximos tres años. Ya tiene una propiedad y cinco hectáreas de rambután en producción. “Allá tengo más que aquí. Prefiero mi tierra”, expresó.
Desde su cuenta de TikTok, @EmpiezaNegocioConJose, con más de 32 mil seguidores, comparte consejos financieros y lecciones aprendidas en EE. UU. “Me volví muy educado en el área financiera, pero también me di cuenta de que allá la vida para un latino no es fácil”, concluyó.
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