Redacción. Vestida con un traje de baño, gafas oscuras, bikini encima y una boa rosada, Floridalma Perdomo no pasó desapercibida este jueves 1 de mayo durante la marcha del Día del Trabajador en Tegucigalpa.
Su apariencia, acompañada de pancartas con frases como “Honduras sin salud” y menciones a Nayib Bukele, atrajo miradas, provocó insultos y abrió el debate sobre el derecho a protestar sin prejuicios.
Perdomo, representante del sector salud, participa desde hace varios años en esta marcha y este 2025 lo hizo para exigir condiciones dignas en el sistema sanitario hondureño. “Yo marcho por la salud, lo primero es la salud”, expresó con firmeza, asegurando que su lucha no es contra un solo partido político, sino contra un sistema que históricamente ha dejado a la población en la precariedad.
Una protesta que generó apoyo, críticas e insultos
El momento más tenso ocurrió cuando un ciudadano comenzó a gritarle fuertemente, la insultó con palabras groseras y le hizo señas ofensivas. Incluso, la llamó “mapache”, un término utilizado para desprestigiar a opositores del oficialismo. Sin embargo, Floridalma mantuvo la calma y siguió con su protesta.
“Me gustaría hablar con la presidenta porque yo la elegí a ella”, dijo. “Los políticos siempre han vivido con lujos mientras nosotros seguimos en la necesidad. Esto va para todos los gobiernos, no solo para Libre”, agregó.
Consultada sobre su vestuario, respondió con claridad: “Yo voy a donde quiera así, mi cuerpo es mío y lo respeto”.
La imagen de Floridalma se ha vuelto viral en redes sociales, donde ha recibido tanto mensajes de apoyo como ataques. Su presencia desafió estereotipos, y se sumó al llamado por restaurar el sistema de salud colapsado de Honduras.