Redacción. Una hondureña entre lágrimas y llanto relató un hecho que le cambió la vida por completo al perder una de sus piernas, intentando subirse al tren denominado «La Bestia», en México.
La joven Alejandra Martínez, residente de Santa Ana de Yusguare, Choluteca, al sur de Honduras, sufrió un lamentable y trágico accidente tratando de cumplir su deseo de vivir en tierras norteamericanas.
«Caminé durante cuatro horas, iba cansada, no había comido ni tomado agua. Me subí al tren, pero no tenía fuerzas y me caí, el tren me atrapó las piernas», dijo la joven hondureña en entrevista a Metro TV y Radio Metro Choluteca.
Relato del trágico hecho
La cholutecana detalló que su viaje lo comenzó el 13 de marzo de 2023, saliendo de tierras hondureñas en su segundo intento, llevando consigo apenas 3,000 lempiras y la esperanza de una vida mejor en Estados Unidos, donde planeaba trabajar para ayudar a su familia.
Al caminar por varios días, Alejandra llegó a Tapachula, México, donde trabajó arduamente con la esperanza de reunir suficiente dinero para financiar su viaje como indocumentada hacia los Estados Unidos.
Trabajó en varias ciudades, incluyendo Monterrey, desde donde decidió abordar el tren el pasado 26 de mayo. Sin embargo, ese día, un grupo de presuntos criminales persiguió al grupo de migrantes con los que viajaba, impidiéndole subir al tren.
Momento en que la Hondureña pierde una pierna
La joven comentó que llevaba varios días sin alimentarse y sin tomar agua, su cuerpo se debilitaba poco a poco. Sin embargo, su entusiasmo y sus ganas de cumplir su sueño no la dejaban rendirse.
Una vez que vio el tren empezó a correr para poderse subir, sin imaginarse que en ese proceso iba a sufrir una caída justamente entre las ruedas y rieles del tren, pasándole por encima de su pierna izquierda.
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Tras el accidente, esperó 45 minutos antes de recibir ayuda y ser trasladada a un hospital. En el hospital, esperó otra hora antes de ser llevada a quirófano, tras someterse a varios estudios médicos, recordó Alejandra.
Los médicos hicieron todo lo posible para salvar su pierna, pero, lamentablemente, debido a la gangrena y la infección que se propagaron, tuvieron que amputársela.
Ahora, Alejandra, que vive con su hija y su madre en una humilde casa construida con láminas y plásticos, hace un llamado a la generosidad de los hondureños. Necesita dinero para comprar medicamentos y una prótesis que le permita volver a caminar.
Actualmente, la joven madre se desplaza en una silla de ruedas, ya que también sufrió lesiones en su pierna derecha.