Redacción. La migrante hondureña Noelia Saray Martínez Ávila, de 30 años, quedó nuevamente bajo custodia en Estados Unidos después de haber pagado una fianza de 250,000 dólares.
Agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) la detuvieron el 13 de agosto afuera de la cárcel del condado de Dane, en Wisconsin.
Martínez Ávila enfrenta graves acusaciones por la muerte de dos adolescentes en un accidente de tránsito ocurrido el pasado 20 de julio. Según los reportes policiales, la mujer conducía en estado de ebriedad y en sentido contrario cuando impactó de frente contra otro vehículo. Acabó con la vida de los jóvenes, quienes eran novios y estudiantes de secundaria.
Conflicto entre autoridades locales e ICE
Aunque ICE había emitido una orden de detención contra la hondureña desde el 22 de julio, el sheriff del condado de Dane se negó a entregarla a las autoridades migratorias. Argumentó que hacerlo facilitaría que la acusada evadiera la justicia estatal.
No obstante, tras lograr su liberación bajo fianza, la intervención de los agentes migratorios se concretó inmediatamente al salir de prisión. Ahora, Martínez Ávila enfrenta un proceso paralelo: por un lado, los cargos estatales por homicidio vehicular, y por otro, un procedimiento migratorio que podría derivar en su deportación.
Detalles del caso
El accidente ocurrió el 20 de julio de 2025 en una carretera del condado de Dane, Wisconsin. Según investigaciones, la mujer conducía en estado de ebriedad, con un nivel de alcohol en la sangre de 0.208%, más del doble del límite legal.
Testigos y autoridades confirmaron que manejaba en sentido contrario cuando impactó de frente contra otro vehículo en el que viajaban los adolescentes Hallie Helgeson, de 18 años, y Brady Heiling, de 19, quienes eran novios y cursaban la secundaria. Helgeson murió en el lugar de la tragedia, mientras que Heiling falleció cinco días después en el hospital debido a la gravedad de sus heridas.
La policía además encontró latas de cerveza abiertas dentro del automóvil de Martínez Ávila. También constató que no cumplía con la orden judicial de portar un dispositivo de bloqueo de encendido, requerido tras una condena anterior por conducir bajo los efectos del alcohol en 2020.
