TEGUCIGALPA, HONDURAS. Los sueños no tienen límites cuando las ganas son más fuertes, eso queda demostrado en cada paso que damos para lograr nuestras metas, así como hizo la hondureña Valerie Delgadillo, al luchar incansablemente para convertirse en azafata en España.
La hondureña llegó a España de forma ilegal como lo hacen muchos compatriotas. Primero tuvo que tomar trabajos en los que debía encargarse del cuidado de niños, adultos mayores o mascotas. También laboró como aseadora y camarera de hotel.
Realizó esas labores por algunos años hasta que logró regularizarse en el país europeo. Desde ese momento, buscó informarse para comenzar a estudiar para auxiliar de vuelo o azafata.
Sin embargo, descubrió que los precios para realizar estos estudios eran muy elevados, porque lo relacionado a la aviación conlleva inversión, pero una que vale la pena.
«Empecé a informarme sobre cómo estudiar para azafata pues los costos en cuanto al estudio eran elevados, ya que todo lo relacionado con aviación conlleva mucha inversión, que no estaban a mi alcance», contó la hondureña.
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No abandonó sus sueños hasta graduarse de azafata
Valerie decidió esperar un par de años para ahorrar y poder ingresar a la escuela de azafatas. En ese primer intento tuvo una mala experiencia, donde invirtió dinero pero no obtuvo la calidad de enseñanza esperada.
«Esperé un par de años más y empecé mi sueño, entré a una escuela en la cual tuve una mala experiencia, invertí mucho dinero y salí perdiendo, pero mi sueño no decayó, me di una segunda oportunidad», comentó.
Sus sueños no terminaron por una mala experiencia, Valerie buscó la mejor escuela de Cataluña para seguir con sus estudios. Ella no pensó en el costo de su escuela, solo quería que esta fuera la mejor.
Finalmente, logró obtener su licencia como azafata y empezó a volar. Actualmente sigue con sus estudios para aprender inglés. Aunque la pandemia ha retrasado el proceso, espera poder retomarlo en algunos meses.
La hondureña manifestó: «Dije, estudiaré en la mejor escuela de Cataluña, ¿por qué no?, me dije. No importa lo que valga lo importante es luchar por esos sueños. Así, inicie una segunda vez y logré entrar a la Escuela de Aeronáutica donde me convertí en azafata de vuelo obteniendo mi licencia para volar».
«Quiero convertirme en un orgullo catracho poniendo en alto mi país en Europa. Ahora, doy mantenimiento de limpieza en el nuevo Primark de Plaza Cataluña trabajando duro para seguir pagando mis estudios honrando a Dios, mis padres y mi país Honduras», dijo con entusiasmo.
Esta hondureña que decidió esforzarse y no abandonar sus sueños a pesar de los obstáculos, aconsejó a los jóvenes hondureños luchar por sus metas. Sin importar lo que cueste, exhortó a las personas a creer en la voluntad de Dios.
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