«Comer pescado frito del Lago», el deseo de Año Nuevo de hondureña en Canadá

TEGUCIGALPA, HONDURAS. La inseguridad que impera en territorio nacional hizo que Dayana de Zuniga saliera de suelo catracho hacia Canadá en busca de mejores oportunidades, pero la nostalgia la invade en cada celebración de fin de año y este 2020 no fue la excepción, así lo relató la luchadora hondureña a TIEMPO DIGITAL.

Ya suman siete fiestas decembrinas que Dayana no comparte con todo su núcleo familiar, situación que resta felicidad a la connacional. Sin embargo, la hondureña reveló detalles de cómo despidió el fin de 2020 en el país norteamericano, así como las costumbres que en esa nación se desarrollan para estas fechas.

Ontario, en Canadá, es la provincia en que desde hace siete años, reside Dayana junto a su esposo y dos hijos. Una hermana y dos sobrinos más, también residen en esa nación, pero no en el mismo sector que ella, detalló.

Antes de la pandemia, para la celebración de fin de año en Canadá, las personas se reúnen en sus casas, recibiendo amigos y familiares. «Las reuniones se hacían en restaurantes, bares y otros centros de reunión, incluso al aire libre, con música en vivo, algún artista especial, haciendo después el tradicional conteo regresivo y al final del conteo, juegos pirotécnicos«, agregó la entrevistada.

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Pandemia y fin de año

Con pandemia, todos están en casa y con una cantidad no mayor a cinco personas, en caso de recibir invitados, continuó relatando.

Consultada sobre lo que más extraña de celebrar las fiestas en su país de origen, Dayana dijo: «lo que más me ha costado adaptarme es no estar en familia, siempre nuestras navidades o fiestas de fin de año eran con ellos, bailando y comiendo rico. Acá hay mucho silencio alrededor, la música a un volumen considerable», lamentó.

Los platillos típicos nacionales son otro elemento que Dayana añora. «Lo que más extraño, es estar con el resto de la familia y comer nuestros platos tradicionales de diciembre, aunque tratamos de cocinar igual o buscar algunos platillos parecidos», indicó.

La forma en que los canadienses celebran el fin de año, no está lejos de las tradiciones nacionales, dejó entrever la hondureña. Aseguró que «usualmente lo que se hace es el conteo regresivo al aire libre, con música en vivo».

Anhelo de Año Nuevo

Uno de los deseos más soñados de la connacional es poder reunirse de nuevo con toda su familia en tierras nacionales. «Tenemos el anhelo de poder volver a reunirnos con nuestras familias este año, pero no sabemos si podrá ser en Honduras, realmente. Aunque si deseamos que sea allá en nuestra patria», lamentó.

Dayana señaló que este año no pudo preparar las tradicionales torrejas, debido a una lesión en su hombro, pero en la cena de fin de año, degustaron junto a su familia cerdo horneado, un platillo también común en Honduras para estas fechas, sin embargo, la tradición en Canadá es preparar pavo, aclaró.

Una de las actividades que lideran la lista de cosas por hacer una vez que visite Honduras, según dijo Dayana, es ir al lago de Yojoa y comerse un delicioso pescado frito. Mientras lo relataba, le ganó el sentimiento, haciendo que sus ojos sollozaran, al recordar su vida en suelo catracho.

Dayana también indicó que ese hueco amor que le genera estar lejos del resto de su familia lo compensa con la compañía de amigos hondureños que allá residen. «Nos hemos vuelto como familia«, aseguró.

Finalmente, envió un mensaje a los compatriotas que también viven en el extranjero y no pudieron disfrutar con sus seres queridos las fiestas de fin de año.

«Mantengan siempre la comunicación con la familia, la tecnología ayuda a estar en contacto, aunque sea por medio de una pantalla. Que Dios les conceda pronto reunirse con sus familias, hay que trabajar en ese anhelo para lograrlo», finalizó.

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