Redacción. Una hondureña que recientemente viajó a Europa contó la expericiencia que vivió en los aeropuertos al pasar los controles de seguridad.
De acuerdo con su testimonió, ella viajó a España, específicamente a Barcelona. Luego, de unos días en esa ciudad, tomó un vuelo hacía Francia donde iba en compañía de tres personas más.
«Al pasar por el control de seguridad, me hicieron una señal de que me esperara, me llevaron a parte y me hicieron las pruebas de droga, luego comprobaron los resultados negativos y me dejaron pasar», contó la hondureña a Diario Tiempo. Ella decidió mantener oculto su nombre por seguridad.
Aunque al principio se le hizo extraño, le explicaron que se trataba de una inspección de drogas «aleatoria», es decir, que eligen una persona al azar para hacerle las pruebas.
Luego de tres días, al regresar a España, ocurrió lo mismo y esta vez, le revisaron todo lo que llevaba en su mochila de viaje.
«Me volvieron a hacer lo mismo, y solo a mi, a nadie de mis acompañantes le hicieron esto y esta vez me inspeccionaron todas mis pertenencias, e incluso me quebraron unos recuerdos que llevaba».
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La joven comenzó a parecerle extraño que le ocurriera eso y observó que los otros pasajeros con sus mismos rasgos también eran inspeccionados.
«Las personas de tez blanca las dejaban pasar como si nada, incluso comencé a preguntar y me indicaron que tal vez me detenían porque tenía rasgos de ser de Colombia, Perú o Panamá».
Por si fuera poco, cuando la hondureña regresó a su país, en el aeropuerto de Madrid, la volvieron a retener para hacerle nuevamente la inspección.
«En ese momento confirmé que hay una discriminación con las personas que tenemos rasgos de los países de América del Sur o Centroamérica. Me imagino que es por los registros del tráfico de droga que hay en esos países. Sin embargo, que lo hicieran más de una vez y hasta dañaran mis pertenencias solo por mi aspecto me parece que es un tipo de marginación».
La hondureña relató que sus acompañantes eran de tez blanca y a ellos nunca se les detuvo y todos andaban juntos.
«No me parece justo que alguien que va a hacer turismo a estos países tenga que pasar por esto. Está bien una vez porque es su trabajo, pero tantas veces no es nada más que discriminación. Lamento que todos latinos estemos tan manchados por lo que hace un determinado grupo de personas», finalizó.