REDACCIÓN. En el corazón de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, un rincón parisino ha florecido gracias al talento y la determinación de Zamantha Pagoada, una emprendedora hondureña de 31 años.
Su tienda, Les Petits Macarons, abierta en 2023, ha conquistado rápidamente a los residentes de la ciudad, ofreciendo macarons artesanales que reflejan tanto la tradición francesa como la creatividad de la joven hondureña.
Desde que llegó a Bolivia en 2019, Zamantha se ha enfrentado a numerosos desafíos. Motivada por el amor y la oportunidad de empezar una nueva vida, esta madre de dos pequeños ha logrado equilibrar la crianza de sus hijos con el crecimiento de su negocio. «Mi emprendimiento no es solo una fuente de ingresos, es mi manera de compartir felicidad con la comunidad que ahora siento como mi hogar», expresa con emoción.
Un sueño impulsado por la resiliencia
El camino hacia el éxito no fue fácil. Adaptarse a una nueva cultura, aprender las dinámicas del negocio y lidiar con los retos familiares, fueron solo algunos de los obstáculos que Zamantha superó con esfuerzo y pasión. Sin embargo, su perseverancia no pasó desapercibida. Recibió apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que le brindó las herramientas necesarias para desarrollar sus habilidades empresariales y acceder a recursos clave para lanzar su proyecto.
Hoy, Les Petits Macarons no solo se destaca por su estética encantadora y su variado menú que mezcla sabores tradicionales y de temporada, sino también por la historia de resiliencia que hay detrás. «Este negocio es mi forma de decir que estoy aquí, y que me encanta llamar hogar a este lugar», comenta Zamantha, quien ve en cada macaron una pequeña pieza de su viaje personal.
Lea también: Hondureña triunfa como modelo «chola» en Estados Unidos
Más que un negocio, un puente cultural
El éxito de Zamantha no solo está en la calidad de sus productos, sino también en el impacto que ha generado en la comunidad boliviana. Con cada bocado, los clientes no solo disfrutan de un delicioso postre, sino que también sienten que están siendo parte de una historia de amor, trabajo duro y perseverancia que refleja cómo los migrantes pueden enriquecer y fortalecer las comunidades que los acogen.
De Honduras a Bolivia, Les Petits Macarons es el sueño hecho realidad de una joven que, con su esfuerzo, ha logrado hacer de Santa Cruz de la Sierra un poco más dulce y un poco más francés.