Redacción. Tras cinco años viviendo en Estados Unidos sin documentos y sin acceso a tratamiento médico, Karen Johanna Flores Granados, de 34 años, tomó la difícil decisión de regresar a Honduras para enfrentar su lucha contra el cáncer de tiroides cerca de sus seres queridos.
Diagnosticada hace dos años y medio, Karen no pudo recibir atención médica especializada por carecer de seguro de salud. “Venía con sueños, con metas, con esperanza, con ilusiones para mis hijos… pero el destino, la vida, pues… lastimosamente no fue así”, dijo conmovida en declaraciones a Univisión.

Durante este tiempo, ella y sus hijos se refugiaron en una iglesia en Guajiga, Illinois, mientras organizaban actividades para recaudar fondos y así costear los pasajes aéreos. Finalmente, pudieron emprender el viaje de regreso.
La escena en el aeropuerto de Tegucigalpa fue emotiva. Entre abrazos, flores y globos, Karen fue recibida por su madre y su hija. Con lágrimas de alegría y alivio, expresó sentirse lista para iniciar su tratamiento en un entorno donde el respaldo familiar será su mayor fuerza.

Cáncer de tiroides: una enfermedad silenciosa
El cáncer de tiroides comienza en la glándula tiroides, ubicada en la parte frontal del cuello. Esta glándula produce hormonas esenciales para el metabolismo, la frecuencia cardíaca y la temperatura corporal. La enfermedad se desarrolla cuando las células crecen de forma descontrolada, formando tumores que pueden ser benignos o malignos.
La detección temprana y el tratamiento oportuno son claves para un mejor pronóstico.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el cáncer de tiroides tiene una de las tasas de supervivencia más altas entre los cánceres, especialmente si se detecta temprano y se sigue el tratamiento adecuado.