San Pedro Sula, Cortés. Cuando aún persisten los escombros y el olor a ceniza en el ambiente, Silvia Carbajal decidió no rendirse. La comerciante hondureña, quien perdió todos sus productos y ganancias durante el pavoroso incendio que arrasó el mercado Medina, se levantó muy temprano este miércoles con una firme determinación: volver a empezar. Con lo poco que logró reunir, compró una pequeña cantidad de mercadería y retomó su venta, demostrando que, paso a paso y aunque cueste, es posible levantarse incluso después de perderlo todo.
La historia de Silvia se ha convertido en un reflejo de la lucha diaria de cientos de vendedores que dependen del comercio en los mercados para sostener a sus familias. Su actitud resiliente contrasta con la magnitud de la tragedia ocurrida apenas un día antes, cuando las llamas consumieron años de esfuerzo en cuestión de minutos.
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Incendio
El incendio se registró el lunes, en el mercado Medina, uno de los mercados más antiguos y concurridos de San Pedro Sula. El fuego se propagó rápidamente debido a la presencia de materiales inflamables en varios puestos, lo que dificultó las labores de control. Decenas de locales fueron destruidos en su totalidad. Otros quedaron con daños severos, dejando a numerosos comerciantes sin su principal fuente de ingresos, en plena temporada alta de ventas.
Miembros del Cuerpo de Bomberos trabajaron durante varias horas para sofocar el siniestro. Las autoridades iniciaron las investigaciones correspondientes para determinar las causas del incendio y cuantificar las pérdidas. El hecho generó consternación a nivel nacional, no solo por el impacto material, sino por las consecuencias sociales y económicas que enfrentan las familias afectadas.
En medio de la devastación, la decisión de Silvia Carbajal de retomar su actividad comercial representa un mensaje de esperanza. Su perseverancia simboliza la fortaleza de los comerciantes hondureños que, pese a la adversidad, apuestan por levantarse, reconstruir y seguir adelante.
