Cortés, Honduras. En medio del devastador incendio que consumió gran parte del mercado Medina, en San Pedro Sula, no solo se registraron escenas de pérdidas materiales y desesperación, sino también actos de solidaridad y valentía que han conmovido a la población hondureña. Mientras las llamas avanzaban sin control, hubo quienes dejaron de lado sus labores cotidianas para ponerse al servicio de los demás.
Uno de esos casos fue el del abogado Roberto Peña, quien además de ejercer en el ámbito legal, forma parte del Cuerpo de Bomberos como voluntario. Al conocer la magnitud del siniestro, Peña decidió suspender temporalmente su trabajo profesional para colocarse el uniforme de bombero. Se sumó a las labores de combate del incendio que afectó a decenas de comerciantes.

Su participación no pasó desapercibida. A través de redes sociales, ciudadanos comenzaron a compartir imágenes y mensajes destacando su entrega y compromiso. Resaltaron que, más allá de títulos profesionales, prevaleció su vocación de servicio y su amor por ayudar al prójimo en uno de los momentos más críticos para la ciudad.
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Agradecimiento
“Los bomberos hacen una labor increíble. Arriesgan su vida para salvar a otros, movidos por el amor y el deseo de servir”, expresó un usuario en redes sociales. Otros mensajes coincidieron en señalar que este tipo de acciones merecen reconocimiento, no solo de la población, sino también de las autoridades, considerando que los bomberos —tanto voluntarios como permanentes— están presentes en prácticamente todos los siniestros que ocurren en el país.
El incendio en el mercado Medina, considerado uno de los centros de comercio más importantes de la capital industrial, dejó pérdidas millonarias que aún no han sido cuantificadas en su totalidad. Tras varias horas de trabajo intenso, los cuerpos de socorro lograron controlar las llamas. Posteriormente, iniciaron las labores de enfriamiento y remoción de escombros para evitar nuevos focos de fuego.
La tragedia golpeó con fuerza a los locatarios. Muchos de ellos, lo perdieron todo: desde sus puestos de venta hasta la mercadería que representaba el sustento de sus familias.

