REDACCIÓN. Durante su participación en la ceremonia de ascensos militares celebrada en el Campo de Parada Marte, la presidenta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Rebeca Ráquel Obando, hizo público que el Gobierno mantiene una deuda de 1,500 millones de lempiras correspondiente al presupuesto asignado por ley con esta institución.
A pesar del reclamo, la magistrada mostró una postura comprensiva ante la realidad fiscal del país.
Obando reconoció que Honduras opera con recursos limitados y que la administración pública depende, en gran medida, del desembolso de préstamos externos.
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«Si estos no han sido aprobados, ¿cómo puede el Estado sufragar todos sus gastos?», cuestionó.
De igual manera, la presidenta del Poder Judicial comentó que a pesar de esta situación, están alerta ante cualquier denuncia.

Compromiso con la democracia
Más allá de lo financiero, la titular del Poder Judicial se pronunció sobre el tenso clima político tras los comicios del pasado 30 de noviembre. Obando enfatizó que la paz de la nación depende de la transparencia absoluta en el escrutinio de los resultados y de la ausencia de injerencias externas o internas.
«Creo que todos los hondureños debemos de preocuparnos y tener la certeza de que debemos de velar un proceso que sea transparente. Sin ningún tipo de injerencia de ningún tipo. Eso es lo que los hondureños merecemos», afirmó.
Para la funcionaria, la certidumbre electoral es la única vía para garantizar la estabilidad institucional en este momento crítico para la sociedad hondureña.
«Es una obligación respetar la voluntad de cada persona que fue a ejercer el sufragio», destacó.
Institucionalidad
Finalmente, la presidenta de la CSJ destacó la importancia de que las Fuerzas Armadas cumplan con los relevos en el mando militar conforme a lo establecido en la Constitución.
Del mismo modo, subrayó que estas rotaciones deben ejecutarse en tiempo y forma, asegurando que el respeto a la ley nacional sea el eje que guíe la conducta de las instituciones armadas del Estado.

