Redacción. El municipio de Trinidad, en el departamento de Santa Bárbara, al occidente de Honduras, se vistió de fuego, arte, color y tradición con su 25ª edición del Festival de las Chimeneas Gigantes.
Esta es una de las actividades más importantes y reconocidas del departamento. Miles de turistas, tanto nacionales como extranjeros, llegan con días de anticipación para disfrutar de la programación establecida.
Para esta edición, el tema central fue el Año de las Artes, en homenaje a la historia de las Chimeneas Gigantes, a los artistas tecos y a la creatividad que transforma estas piezas con el fuego en expresión viva.
A través de sus redes sociales oficiales, las Chimeneas Gigantes detallaron que algunas de las esculturas llevaban como nombre:
- Pablo Zelaya Sierra, entre la unidad del conflicto.
- El Señor de los Anillos, en honor al cine.
- Señor de los Libros, dedicada a la literatura.
- El Fénix, en homenaje a la esencia chimenera.
- La persistencia de los sueños de Dalí, en homenaje al surrealismo.
- Las Bellas Artes, patrimonio de la humanidad.
- Vincent van Gogh, en honor a las artes.
- Talía y Melpómene, en homenaje al teatro universal.
- Sonata de Mujer, dedicada a la música.
- Bailando en el Viento, inspirada en el viento.
- El Lago de los Cisnes, dedicada a la música y al baile.
- Arlequín, inspirada en el teatro y artes escénicas.
- Un Himno a la Libertad y la Esperanza, dedicada a Bob Marley.
VEA LA GALERÍA (FOTOS OFICIALES):
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Obras llenas de arte y sentimiento
Estas obras de arte son hechas a mano, y la idea surge con meses de anticipación. Para armarlas, se utilizan como material base alambres, mangueras, cartón, papel, esponja, entre otros.
La exposición pública de las esculturas comenzó el pasado jueves 11 de diciembre, precisamente en la calle principal de Trinidad, área conocida como el “Paseo Real de las Chimeneas Gigantes”.
Durante más de dos días, los visitantes tuvieron la oportunidad de apreciar cada detalle de las chimeneas: su temática, color, estructura y también conocer a sus autores, llevándose una hermosa foto de recuerdo.
Además de las chimeneas, este festival incluye múltiples actividades culturales y comerciales, las cuales ayudan a potenciar la economía local. La gastronomía es uno de los aspectos más importantes en este tipo de eventos.
El punto más destacado, que es la quema, se desarrolla en la misma calle principal a altas horas de la noche; en esta ocasión fue el sábado 13 de diciembre, culminando la madrugada del domingo 14.

Tradición ancestral
La ilusión del fuego llama la atención de los asistentes y todo el proceso se desarrolla bajo estrictas medidas de seguridad. Una vez que las llamas consumen toda la chimenea, queda la estructura metálica, que simboliza el renacer y se mantiene en pie como el ave fénix.
Las chimeneas son una tradición que data de muchos años en el municipio de Trinidad, Santa Bárbara, pues cada 8 de diciembre los tecos colocaban ocotes y figuras en las afueras de sus casas para encenderlas durante la procesión de la Virgen de la Inmaculada Concepción.
Con el paso del tiempo, la creatividad fue creciendo y en las viviendas se esmeraban más por hacer formas llamativas. Es así como nacen estas chimeneas y desde hace 25 años los artesanos vienen realizando esculturas gigantescas.

En la edición de 2025 se rindió reconocimiento al diputado Edgardo Casaña y a los Chimeneros Tecos. A esto se suma un reconocimiento póstumo al artista Pablo Zelaya Sierra.
La Constitución de la República de Honduras establece en el artículo 172 que “toda riqueza antropológica, arqueológica, histórica y artística de Honduras forma parte del Patrimonio Cultural de la Nación”. Por tal motivo, este importante evento recibió el título correspondiente.



