Honduras. En los últimos días, una nueva tendencia digital ha irrumpido con fuerza en Honduras, generando conversación, curiosidad y también preocupación: el llamado Registro Nacional de Infieles. Aunque su nombre sugiere formalidad, no se trata de ningún documento oficial ni proyecto gubernamental, sino de una plataforma creada por usuarios que ha logrado viralizarse a gran velocidad en redes sociales.
Lo que comenzó como una sencilla lista en Excel, compartida de forma casual, se convirtió en un fenómeno masivo luego de que los enlaces circularan entre grupos de Facebook y TikTok. La hoja original terminó haciéndose privada, pero el interés por acceder al contenido impulsó la creación de múltiples páginas que replicaron el concepto. En pocas horas, el registro pasó de ser un archivo desconocido a una de las búsquedas más comentadas en Honduras.
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La plataforma funciona como un espacio donde se publican relatos anónimos sobre supuestas infidelidades, junto con datos personales de las personas mencionadas. Aunque el sitio aclara que muchas historias son ficticias, su crecimiento ha generado inquietud debido a la exposición de información que podría corresponder a terceros reales.
De acuerdo con los datos más recientes citados por la propia página, el registro suma actualmente 15,256 historias. Esta cifra demuestra el alcance inesperado del proyecto y la intensidad con la que los internautas han participado en él.
¿Cómo opera este registro?
El sitio permite buscar nombres, revisar relatos publicados y enviar historias nuevas a través de un formulario. Para hacerlo, solicita datos obligatorios como país, ciudad, nombres, apellidos, sexo y un breve relato. También admite datos opcionales como edad, número telefónico, correo electrónico o lugar de trabajo, lo que incrementa los riesgos de exposición.
¿Por qué se volvió viral?
El impulso principal llegó desde TikTok y Facebook, donde creadoras y usuarios comenzaron a comentar el archivo inicial, bromear al respecto y compartir capturas de pantalla. La mezcla de morbo, entretenimiento y anonimato terminó convirtiendo al registro en tendencia nacional en apenas unos días. Asimismo, ha desatado un debate sobre los límites del contenido viral y la protección de la privacidad en línea.
