Redacción. El candidato presidencial Salvador Nasralla afirmó este martes que el expresidente Juan Orlando Hernández debería juzgarse en Honduras después de salir libre por el indulto otorgado por el presidente estadounidense Donald Trump, mientras amplía su ventaja en el conteo electoral sobre su rival conservador del mismo partido que el exmandatario.
“Juzgarlo y meterlo preso y ahora liberarlo son hechos de otro estado. No son cosas que hizo el Estado de Honduras. Él debe (hacerlo) ante el Estado de Honduras y, cuando haya una justicia neutral y no controlada por un partido, él será oportunamente juzgado por Honduras”, declaró Nasralla al medio CNN.
El candidato del Partido Liberal prometió mantener la independencia del Poder Judicial si gana la presidencia. También reactivar el tratado de extradición con Estados Unidos, vigente hasta el 6 de febrero.
“Voy a reanudar el tratado de extradición que lo tienen hasta el 06/02. Aquí estás viendo manos limpias”, afirmó Nasralla.

A Hernández, de 57 años, lo extraditaron a Estados Unidos en abril de 2022, tras arrestarlo en febrero de ese año en su residencia oficial de Tegucigalpa, poco después de finalizar su segundo mandato y entregar el poder a Xiomara Castro.
En marzo de 2024, un jurado de la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York lo declaró culpable de tres cargos de narcotráfico y armas, sentenciándolo a 45 años de prisión, cinco años de libertad vigilada y una multa de ocho millones de dólares.
Perdón
El indulto de Trump, anunciado el pasado viernes y efectivo el lunes 1 de diciembre, cuando Hernández salió libre de la prisión federal de alta seguridad de Hazelton en Pensilvania, sorprendió a muchos. El expresidente había solicitado el perdón mediante una carta en la que elogiaba a Trump. En ella, le recordó la colaboración entre ambos países durante el primer mandato del republicano.
Durante su juicio, se reveló que las más de 400 toneladas de cocaína podrían equivaler a miles de millones de dosis individuales. Un testigo afirmó que Hernández habría comentado que planeaban “meter las drogas en las narices de los gringos”. Mientras tanto, la Fiscalía lo acusó de utilizar su posición para facilitar el tráfico de drogas y financiar campañas políticas con aportes de narcotraficantes.

Trump defendió su decisión calificando el proceso como “injusto” y una “cacería de brujas”. “Él era el presidente, y en su país se vendían drogas. Y como era presidente, lo persiguieron”, declaró el mandatario estadounidense en la Casa Blanca.

