Redacción. El vicepresidente del Congreso Nacional y dirigente del partido Libertad y Refundación (Libre, en el gobierno), Rasel Tomé, emitió un mensaje este martes al pueblo hondureño y a su base partidaria tras la reciente derrota electoral.
Tomé comenzó su comunicado apelando a la mesura. “Les escribo hoy con el corazón en la mano, con la humildad de quien acepta la voluntad del pueblo y con la convicción inquebrantable de que nuestro sueño sigue vivo”, afirmó, tras subrayar que “Honduras ha hablado a través de las urnas y su voz es sagrada para nosotros”.
El punto central del mensaje fue la exigencia de responsabilidad y un llamado a la introspección. “Los únicos responsables de esta dolorosa derrota son quienes han tenido el honor de dirigir el partido y el gobierno”.
El político argumentó que el pueblo no se equivocó, sino que fueron los líderes quienes fallaron. Para Tomé, se “fueron alejando, poco a poco, del sentir de la gente” y dejaron de escuchar “el latido de la calle, la preocupación de la madre en el mercado, el reclamo justo de los jóvenes por oportunidades”.
Además, lamentó que la promesa de la refundación quedara “atrapada en los pasillos del poder”.

Compromiso
Dirigiéndose a la militancia, el vicepresidente reconoció el “brutal golpe” emocional que representa la derrota. Les pidió que se permitieran sentir el dolor, pero que lo vieran como un motor para el futuro.
“Que nuestras lágrimas de hoy sirvan para regar la semilla de la victoria de mañana”, expresó en un tono motivacional.
En su mensaje, además, Tomé se comprometió a una renovación total y a reconectar con las bases de la organización. Anunció que recorrerá el país para escuchar a la ciudadanía.
“Les juro que recorreré cada municipio, cada rincón de nuestra tierra, no para dar discursos, sino para escucharlos. Para mirarlos a los ojos, para comprometernos y, hombro a hombro, reconstruir la confianza que se ha dañado”.
Renovación
Tomé advirtió que el triunfo de la oposición es meramente “temporal”, porque su proyecto es “el del privilegio y el olvido de las mayorías”. Pero, aclaró, la caída de “las derechas corruptas” no ocurrirá por sí sola, sino que se dará cuando el partido se levante “unido, fuerte y con la sabiduría”.
Para la etapa que se avecina, el líder izquierdista delineó el perfil de los nuevos liderazgos: deben ser aquellos que “huelan a pueblo, conscientes de que gobernar es obedecer”.
Finalizó su mensaje con un llamado a la acción y a la esperanza, asegurando que, a pesar de que “la noche parece oscura”, el “amanecer siempre es inevitable”.



