Redacción. “Siempre nos abrazábamos cuando él iba de viaje”, recordó con tristeza Esteban Vargas, padre del comisionado de la Policía Nacional, Joel Vargas, quien perdió la vida en San Pedro Sula mientras cumplía con su deber.
Con profundo dolor, el padre del agente brindó declaraciones a medios locales durante el funeral del oficial, cuya muerte ha generado luto dentro de la institución.
“Solo le dije: ‘Hijo, que el Señor Jesucristo ponga sus ángeles y te guarde. Que le vaya bien’, y lo abracé. Sentí que él no reaccionó; lo sentí raro, había algo que le avisaba”, expresó el acongojado señor a Metro TV, Choluteca, departamento de origen del funcionario policial.

Agregó que, al igual que él, su esposa había estado llorando a solas, posiblemente por preocupación. “Parece que presentía que algo iba a pasar estando él con nosotros”.
Don Esteban también dijo que ellos no sabían nada, pero cuando les llegó la noticia se desplomó, al punto de tener que acudir al médico.
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El oficial era un orgullo para su familia, al haber seguido los pasos de su padre sirviendo a la población en la institución policial.
“Desgraciadamente, a él no se le dio esa oportunidad, de ser así como yo, que me retiré de la policía sin ningún problema. Es doloroso; no esperaba que me lo trajeran de esa manera. Él estuvo el fin de semana conmigo”, dijo entre lágrimas.

El comisionado estaba a poco tiempo de recibirse como abogado y de completar una maestría. Era un hombre honrado y con visión; lastimosamente, la mano criminal le arrebató sus sueños.
Don Esteban dijo sentirse feliz de haber criado a un buen hombre que dio su vida defendiendo a la ciudadanía. Finalmente, aseguró que no buscará venganza contra el asesino de su hijo, ya que eso se lo deja a Dios.



