Redacción. El ex fiscal general Edmundo Orellana hizo un llamado este jueves a la ciudadanía a no subestimar la importancia de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Honduras (CICIH), advirtiendo sobre las consecuencias de ignorar su papel en el combate al crimen organizado.
A través de su cuenta de X, Orellana señaló que «no priorizar la CICIH es entregarse al crimen organizado».
El exfuncionario opinó que «la desconfianza en la institucionalidad se ha erosionado tanto que estamos en riesgo de que el próximo gobierno, incapaz de enfrentarlo eficazmente, se convierta en el ‘Gobierno de la Impunidad’».

Asimismo, Orellana destacó que la institucionalidad del país ha sufrido un desgaste considerable, lo que genera una sensación de desprotección y temor frente a la delincuencia organizada. Por ello, insistió en la necesidad de que los próximos líderes garanticen mecanismos eficaces para combatir la corrupción y la criminalidad en Honduras.
No priorizar la CICIH es entregarse al crimen organizado, porque la desconfianza en la institucionalidad se ha erosionado tanto que estamos en riesgo de que el próximo gobierno, incapaz de enfrentarlo eficazmente, se convierta en el “Gobierno de la Impunidad”.
No bote su voto.— Edmundo Orellana (@mundoorellana) November 20, 2025
Lea también: Varias ONG piden a Estados Unidos garantizar elecciones transparentes en Honduras
“No bote su voto”
Orellana finalizó su mensaje con un exhorto directo a los ciudadanos: “No bote su voto”. De esta manera, recordó que la participación activa en el proceso electoral es fundamental para fortalecer la democracia.
Según el exfiscal, la indiferencia podría dejar el camino libre a quienes buscan perpetuar la corrupción y el control de estructuras criminales sobre el Estado.
Previo a las elecciones generales de noviembre de 2025 en Honduras, el país enfrenta un clima de alta tensión institucional que genera preocupación en ciudadanos, partidos políticos y observadores internacionales.

El Consejo Nacional Electoral (CNE) ha recibido críticas por su capacidad de organizar un proceso transparente y ordenado, especialmente tras los inconvenientes logísticos y retrasos ocurridos durante las primarias 2025. Estos problemas han erosionado la confianza de la población en la institucionalidad.
Además, la desconfianza se refleja en el temor de que las elecciones puedan resultar afectadas por irregularidades o manipulaciones. Mientras tanto, la población hondureña espera que llegue el 30 de noviembre para depositar su voto.



