Redacción. A pocos días de que Honduras celebre sus elecciones, muchas personas se preguntan con qué marcarán las casillas de sus candidatos favoritos.
La duda surge porque, contrario a lo que muchos creen, los votantes no utilizarán lápices, bolígrafos ni marcadores de tinta de carbón. En su lugar, marcarán la boleta con crayolas de cera especiales para procesos electorales.
Este método no es nuevo ni exclusivo de Honduras. En varios países de América Latina —entre ellos México, Colombia, Perú y República Dominicana— y también en lugares tan distantes como India o Filipinas, los ciudadanos utilizan crayones de cera para elegir a sus representantes. La práctica se ha consolidado durante años por motivos de seguridad, eficiencia y confiabilidad.
Los crayones electorales se adhieren con fuerza al papel y dejan una marca permanente. A diferencia del lápiz grafito, la cera no puede borrarse sin dejar señales evidentes de manipulación. Esto reduce el riesgo de fraude por alteración del voto después de que el elector lo ha depositado en la urna. Además, la cera no se difumina ni se corre si la boleta se moja o si alguien intenta manipularla con agua o solventes.

Votaciones
El método también ayuda a evitar el uso de marcas ocultas. Con tinta líquida, algunos actores podían incorporar sustancias invisibles que se revelaban más tarde, lo que facilitaba fraudes o prácticas irregulares. La cera hace esta técnica prácticamente imposible.
Las crayolas también representan una ventaja logística. Son económicas, no se secan, no gotean y resisten el almacenamiento durante años. Un solo crayón puede marcar miles de boletas sin perder efectividad. Además, la marca gruesa y visible —ya sea una “X”, una línea o un círculo— reduce las dudas al momento del recuento y disminuye el número de votos impugnados por mala legibilidad.
Con este sistema, las autoridades electorales buscan garantizar que cada ciudadano deje una marca clara, permanente y difícil de manipular, fortaleciendo así la transparencia del proceso electoral que está a punto de celebrarse en el país.




