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jueves 11 diciembre 2025

Apelan sobreseimiento a implicado en asesinato de dos jóvenes en Tegucigalpa

Redacción. El Ministerio Público (MP) informó que apeló el sobreseimiento provisional que dictó un juez a Christian Joseph Amador Portillo, a quien se le acusa por suponerlo responsable del asesinato de los jóvenes William David Rivera Suazo y José Daniel Alcerro Barralaga en Tegucigalpa a finales del 2024.

El recurso legal lo presentó precisamente la Fiscalía Especial de Delitos Contra la Vida, debido al desacuerdo con la medida que se le otorgó al procesado.

Este hecho violentó aconteció durante la noche del 31 de octubre del 2024. Tras localizar a los dos jóvenes sin vida en el interior de un vehículo blanco a la altura del kilómetro 10 de la carretera CA-5, el 1 de noviembre, se inició con una serie de investigaciones.

Cuerpos jóvenes
Uno de los cuerpos estaba dentro del carro, mientras que el otro en la cajuela. Foto de archivo.

Por esta misma causa se encuentra privado de su libertad René Eduardo Padilla Mena, a quien detuvieron luego de un allanamiento de morada y levantamiento de indicios en la escena del crimen.

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Los indicios 

La acción penal en contra de Christian Joseph Amador Portillo y René Eduardo Padilla Mena la impulsó la Sección de Instrucción de la FEDCV en conjunto a la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), tras constatar que los dos jóvenes fallecidos estuvieron en una vivienda en la residencial Centroamérica.

Según las investigaciones, William David Rivera Suazo y José Daniel Alcerro Barralaga llegaron a este lugar con el propósito de vender 10 teléfonos celulares de alta gama, puesto que era su emprendimiento.

Las investigaciones a cargo de la fiscalía y ATIC permitieron acusar a estas dos personas, por lo que ahora se apela la última resolución. Foto del MP.

Sin embargo, una vez en el punto, les quitaron la vida de manera violenta. Luego llevaron sus cuerpos a la carretera CA-5, donde al día siguiente personas que transitaban por la zona los encontraron dentro del automotor que era propiedad de una de las víctimas.

El operativo en la residencial Centroamérica también permitió que técnicos en procesamiento de la escena del crimen de la ATIC, hicieran una pericia científica de luminiscencia. Esta última, para detectar rastros de sangre de los muchachos. El caso sigue en investigación para identificar a más sospechosos.

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