Honduras. Un piloto mexicano identificado como Edson Tadeo Méndez Ramírez fue detenido en el aeropuerto Toncontín de Tegucigalpa por agentes de la Dirección Nacional Policial Antinarcóticos (DNPA). El hombre había llegado piloteando una aeronave cuando autoridades de Migración e Interpol confirmaron que tenía una orden de captura pendiente desde el 9 de noviembre de 2016.
El detenido fue inicialmente identificado por las autoridades hondureñas como un ‘piloto privado’ del popular cantante de música regional mexicana Julión Álvarez. El artista ofreció un concierto en Tegucigalpa el pasado sábado. Sin embargo, Julión Álvarez reaccionó rápidamente a través de sus redes sociales para negar cualquier vínculo laboral con el detenido.
Tras su detención, Méndez Ramírez fue presentado ante la Jueza de Letras Penal con Jurisdicción Nacional, quien decidió imponerle detención judicial. La Fiscalía lo acusa del delito de actos preparatorios para el tráfico de drogas, considerado un grave daño para la salud pública del país. Durante la audiencia, los fiscales explicaron los hechos y pidieron que se le aplicara una medida que limitara su libertad.
La defensa, por su parte, rechazó la acusación. Además, pidió que se respetara el principio de inocencia de su representado, argumentando que la Fiscalía no aportó pruebas suficientes. Sin embargo, la jueza determinó que el acusado no tiene arraigo en Honduras, ya que es extranjero, y que existe un alto riesgo de fuga. Por esa razón, ordenó que permanezca detenido para garantizar su presencia en las siguientes etapas del proceso.
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Al piloto lo trasladaron al Centro Penitenciario de El Progreso, en Yoro, donde deberá cumplir el tiempo establecido por ley mientras continúa la investigación. La Audiencia Inicial se programó para el miércoles 19 de noviembre a las 10:00 de la mañana.
Los hechos que dieron origen a la acusación se remontan al 6 de julio de 2014, cuando una aeronave tipo Gulfstream, pilotada supuestamente por Méndez Ramírez, aterrizó en el aeropuerto de Golosón, en La Ceiba. Según elementos de la Fuerza Aérea asignados al lugar, la avioneta llegó hasta el final de la pista, donde varios sujetos que habían cruzado la cerca perimetral se acercaron cargando tambores de color azul. Esta actividad sospechosa alertó a los militares y dio inicio a la investigación que hoy mantiene al piloto bajo custodia.
