Redacción. Las persistentes y severas lluvias que han azotado la nación en los últimos días han dejado un saldo de 4,475 personas afectadas, según el último informe emitido por la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco).
A pesar de la magnitud de la crisis, la entidad confirmó que, hasta el momento, no se reportan víctimas mortales. Sin embargo, los daños materiales y el impacto social son significativos.
El reporte, actualizado en la noche del martes, detalla que la emergencia ha forzado la evacuación de 409 personas. De igual manera, ha dejado a 1,026 damnificados entre el 9 y el 11 de noviembre, período en el cual se ejecutaron cuatro rescates clave.
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Infraestructura
La infraestructura ha sufrido un golpe considerable. Las cifras oficiales indican que 70 viviendas resultaron dañadas y una fue completamente destruida. Además, 21 comunidades han quedado incomunicadas, principalmente debido al colapso de la red vial, deslizamientos de tierra y la crecida de cuerpos de agua.
Los departamentos de Santa Bárbara, Yoro, y Cortés reportan daños en cuatro puentes, una caja puente y cuatro calles destruidas, dificultando las operaciones de socorro. Equipos de Copeco han sido desplegados para coordinar el traslado de familias a albergues temporales.
Ante el panorama, el Gobierno declaró alerta roja para Atlántida y Colón, así como para los municipios de Omoa, Puerto Cortés y Choloma, en Cortés, zonas que experimentan inundaciones y fuertes vientos. Además, se mantiene la alerta amarilla por alto oleaje en Islas de la Bahía, Santa Bárbara, Yoro y la franja costera de Gracias a Dios, mientras que otras regiones como Copán y Olancho permanecen en alerta verde.
El Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos) advierte que la masa de aire frío persistirá, generando vientos del norte y noreste, un descenso de temperaturas y lluvias intermitentes, de moderadas a fuertes, en las regiones noroccidental y norte. Las autoridades instan a la población a extremar las precauciones y seguir rigurosamente las recomendaciones oficiales.
