Redacción. La Comisión Interinstitucional contra la Explotación Sexual, Comercial y la Trata de Personas (CICESCT) oficializó el primer caso de extracción ilegal de órganos en Honduras, un hecho que ha generado preocupación y evidencia las debilidades institucionales del país en esta materia.
La denuncia fue presentada ante el Ministerio Público (MP) por una hondureña de 25 años de edad, que permanece bajo el anonimato, en la zona norte del país (ciudad no especificada). Ella descubrió que le faltaba un riñón tras realizarse un ultrasonido.
Sua Martínez, secretaria ejecutiva de la CICESCT, relató que la mujer acudió a un centro asistencial privado para someterse a una intervención. Meses después, durante un chequeo de rutina, descubrió que le habían extraído un órgano sin su consentimiento.
De acuerdo con las investigaciones preliminares, la víctima habría sido objeto de engaño, abuso de vulnerabilidad y fraude.

La afectada ya identificó el centro médico donde presuntamente se cometió el delito, aunque no se ha revelado públicamente. La información está en manos del MP para determinar responsabilidades, dijo la funcionaria.
Por otro lado, las autoridades informaron que la víctima recibe acompañamiento psicológico y legal, mientras continúan las diligencias investigativas. Los primeros indicios apuntan a que médicos y enfermeras podrían estar involucrados en una red trasnacional dedicada a la comercialización ilegal de órganos.
Un delito que marca un precedente
El caso marca un hito en Honduras, ya que no existían registros de trata de personas con fines de extracción de órganos con evidencia clínica. Sin embargo, también pone en evidencia la falta de control y la vulnerabilidad de la población frente a este tipo de delitos.
Además, entendidos en la materia mantienen bajo sospecha que este caso detectado no sería el primero en el país.
La Ley Especial Contra la Trata de Personas y el Código Penal hondureño reconocen 12 modalidades de trata, entre ellas el tráfico y la extracción de órganos, así como la experimentación médica sin consentimiento.
¿Qué es el tráfico de órganos?
El tráfico de órganos se refiere a la captación, transporte, transferencia o recepción de personas mediante el uso de fuerza, engaño, coerción o abuso de poder, con el objetivo de extraer uno o varios órganos para trasplantes sin consentimiento.
Este delito se encuentra en el cruce de la trata de personas y el comercio ilegal de órganos, y prolifera gracias a la escasez mundial de donantes frente a una demanda creciente.
Las redes criminales que operan en este ámbito se benefician de vacíos legales en la regulación médica, de la vulnerabilidad de personas en situación de pobreza o abuso, y de la disposición de pacientes a pagar sumas elevadas por órganos.
La demanda de órganos aumenta con el pasar de los años. Entre 2000 y 2021, el número de personas de entre 20 y 79 años con diabetes en América Latina pasó de 8,533,300 a
32,497,100. Esta situación impulsa la necesidad del incremento de la demanda de riñones disponibles legalmente, lo que ha creado listas de espera cada vez más largas y un mercado negro de trasplantes ilegales.
Debilidad del sistema hondureño
Sua Martínez señaló que el tema representa un gran reto para los operadores de justicia debido a la falta de experiencia y recursos para investigar este tipo de delitos.
“Este problema se da en total clandestinidad y los operadores de justicia en nuestro país son pocos o limitados para investigar (…) por ejemplo, un juez o fiscal investigador de trata de personas no tiene competencias médicas o técnicas en extracción de órganos”, afirmó.
Por su parte, Grecia Moreno, coordinadora del Observatorio de la Niñez de Casa Alianza, advirtió que las redes de trata operan de forma silenciosa, utilizando el engaño y la seducción, incluso ofreciendo precios bajos para procedimientos quirúrgicos.

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La especialista lamentó que el Estado no tenga reguladas las miles de clínicas y centros de atención a nivel nacional.
“Es importante establecer protocolos, Salud tiene que tener sus controles en hospitales y clínicas, porque no existen supervisiones ni veedurías a nivel nacional”, expresó.
Moreno subrayó que es urgente informar a la ciudadanía sobre los riesgos y fortalecer el sistema judicial para proteger a las víctimas.

El Colegio Médico pide cautela
El presidente del Colegio Médico de Honduras (CMH), Samuel Santos, señaló que el tema debe tratarse con cautela debido a la complejidad del caso y la poca información que se tiene del mismo.
“Es un tema complejo y la información es bastante escueta, no es tan sencillo. Lleva estudios de compatibilidad y procedimientos especiales. Algo tuvo que haber pasado, pero es mejor esperar y no hablar de más”, comentó a Diario Tiempo.
Asimismo, el CMH solicitó a las autoridades hondureñas el expediente e información disponible sobre el caso, porque podría involucrar un agremiado.
Hasta el momento, el MP no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre el caso, para no entorpecer las investigaciones.

Casos en la región
Honduras no es el único país en la región donde se ha registrado un caso de robo de órganos. En 2017, las autoridades de Costa Rica desmantelaron una red dedicada al tráfico de órganos integrada por cuatro médicos, un empresario griego y un agente policial local. Los implicados reclutaban personas dispuestas a vender un riñón, a quienes les prometían pagos elevados a cambio de las intervenciones.
Años más tarde, en 2022, se descubrió un nuevo caso que volvió a poner en alerta a la región. Cuatro médicos guatemaltecos fueron arrestados en Costa Rica, señalados de haber diagnosticado erróneamente a un paciente con el fin de extraerle un riñón de manera ilegal.
La trata de personas es el tercer delito más lucrativo del mundo, después del tráfico de drogas y armas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor del 10 % de los trasplantes de órganos en el mundo provienen de fuentes ilegales, lo que refleja la gravedad y alcance global de este delito.



