Redacción. La muerte del primer hondureño extraditado a Estados Unidos, Juan Ramón Matta Ballesteros, a los 80 años, genera incertidumbre sobre el lugar donde será velado.
Sus familiares habían solicitado repatriar el cuerpo a Honduras, pero las autoridades estadounidenses, al parecer, se están negando, lo que mantiene en suspenso el último adiós del primer hondureño extraditado a ese país.
El abogado Marlon Duarte, quien formó parte de su defensa, confirmó que por ahora el velorio deberá realizarse en territorio estadounidense.
“Al confirmar la muerte, comenzamos a buscar y solicitar todas las alternativas posibles para que el cuerpo fuera trasladado a Honduras, pero Estados Unidos rechazó cada una. Por el momento, se maneja que los familiares tendrán que velarlo allá, aunque su deseo siempre fue descansar en su país”, explicó Duarte en HCH.
Enfermo
El defensor recordó que la salud de Matta Ballesteros se había deteriorado gravemente en los últimos años. En mayo de este año, Duarte advirtió sobre su delicada condición: “Cuando lo vi, lo vi bastante mal. Ha estado en una situación precaria en su celda, sin acceso oportuno a medicamentos ni atención médica adecuada”, declaró entonces.
Tras su fallecimiento, Duarte criticó el trato recibido por Matta en prisión y aseguró que las autoridades estadounidenses no respetaron sus derechos humanos. “Matta sufrió constantes abusos y negligencia médica. Estados Unidos prácticamente lo dejó morir por orgullo de esa nación”, afirmó.
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El abogado indicó que continuarán gestionando la repatriación del cuerpo, aunque hasta ahora no han recibido respuesta de las autoridades estadounidenses. “En este momento la familia está destrozada, no sabemos cómo se hará el trámite de su repatriación, eso estaremos viendo en las próximas horas”, añadió.
Matta Ballesteros cumplía condena por delitos relacionados con narcotráfico y no tenía cadena perpetua, por lo que su abogado considera que Estados Unidos debió revisar su situación antes de su fallecimiento. Mientras tanto, sus restos permanecerán en Estados Unidos, lejos de la tierra que él siempre quiso como su último lugar de descanso.
