Redacción. Como una joven feliz, temerosa de Dios, trabajadora, amorosa, sobreprotectora con sus hermanas y su familia, además de amante de los animales, así recuerdan a Nicol Alejandra Figueroa, quien murió de manera indeterminada junto a su novio, Luis Alonzo Oseguera.
La pareja, que llevaba nueve años de noviazgo y ya planeaba iniciar una vida juntos, llegó el jueves 16 de octubre a una cabaña de montaña en el municipio de Tatumbla, Francisco Morazán, para celebrar el cumpleaños de Luis.
Sin embargo, durante la mañana del viernes 17, ambos fueron encontrados sin vida dentro de la habitación. Por el momento, las autoridades continúan las investigaciones para esclarecer lo ocurrido.
Marezza Figueroa, hermana de Alejandra Nicol, accedió de manera exclusiva a una entrevista con Diario Tiempo. Durante la plática, la joven recordó y honró la vida de uno de los amores más grandes de su vida, pues fue alguien que veló siempre por su bienestar.
Nicol Alejandra era la mayor de tres hermanas. La joven creció en un hogar lleno de amor, bajo los cuidados de sus dos padres. Ella desde muy pequeña demostró el valor de proteger a los suyos y luchar por sus metas.
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Una joven entregada y amorosa
Marezza relató que, «mi hermana como persona era una mujer muy amorosa, pero no en el aspecto que nos iba a estar llenando de abrazos y besos, sino que ella estaba pendiente en absolutamente todo lo que pasaba conmigo, mi hermana menor y mis padres».
«Ella era una persona tan sobreprotectora. Por eso mi hermana menor y yo la considerábamos como una segunda madre. La diferencia de edad entre Nicol Alejandra y yo solo es de tres años, entonces desde que nací ella estuvo conmigo», relató la joven.
Además, Figueroa dio a conocer que Nicol Alejandra tenía un carácter fuerte, por lo que, cuando sus hermanas menores hacían algo que a ella no le parecía, no dudaba en decírselo y llamarles la atención si era necesario.
«Para la edad que tenía era una persona muy sabia, muy inteligente. Mi hermana siempre nos estaba aconsejando. Cada una de nosotras tiene una personalidad diferente, la mía es más relajada respecto a la vida, pero ella sí era muy enfocada», añadió.
A sus 26 años, su hermana Nicol Alejandra era ingeniera en negocios, egresada de la Universidad Metropolitana de Honduras (UMH). Además, ya estaba cursando una maestría en gestión de negocios.
Visionaria
Su visión de vida iba más lejos de lo profesional, pues con esfuerzo y dedicación en el trabajo, estaba pagando unos terrenos, tenía cuenta en una cooperativa, había comprado su auto, ahorraba para salir con Luis y estaba juntando dinero para tener la boda de sus sueños.
Marezza Figueroa contó también que durante su infancia vivieron y crecieron en la colonia Centroamérica Oeste de Tegucigalpa, pero ahora que son adultas, viven en la residencial Francisco Morazán de Comayagüela.
La hermana de Nicol Alejandra relató que, como familia, son creyentes en Dios, aunque no se congregan en ninguna iglesia. Sin embargo, su hermana sí era entregada a la religión adventista: asistía a las reuniones y, además, era maestra de niños en el templo de Las Crucitas.
Largo noviazgo y planes de una vida juntos
Nicol Alejandra y Luis Alonzo habían compartido muchos años de su vida juntos. Se conocieron cuando cursaban la secundaria, luego ingresaron a estudiar la misma carrera en la universidad, donde por cuestiones laborales, él terminó primero, pero luego celebraron juntos su triunfo profesional.
«Mi hermana y Alonzo comenzaron su relación en febrero del 2016 cuando estábamos aún en el colegio», contó Marezza, evidenciando el gran amor que se tuvieron y los planes que tenían en un futuro.
Figueroa aclaró que su hermana y cuñado en efecto tenían planes de casarse, pero no este año como trascendió, porque estaban ahorrando para poder tener la boda que ambos querían, rodeados de sus seres queridos.
«Incluso, mi hermana me comentó que ella y Luis Alonzo se querían comprometer en La Cumbre, ya que era el restaurante donde celebraban sus aniversarios desde el 2021 para acá. Ellos se querían casar en El Hatillo y la canción que querían en la entrada de su boda era Te encontré, de Junior Kelly Marchena», confesó Marezza.
Valor de la familia
Por la bonita relación que tenían Nicol y Luis, sus familias prácticamente se habían convertido en una sola. De acuerdo con Marezza, su cuñado se volvió como un hermano para ella, y su hermana menor, como otro hijo para sus padres.
Asimismo, los padres de él veían a la joven como una hija más.
«Algo que compartían y tenían en común Nicol y Alonzo es que ambos eran unos excelentes hijos que estaban muy pendientes de sus papás. Eran cariñosos, amorosos y muy respetuosos con los horarios, si mi papá les daba permiso de salir a cenar, les decía que los quería en casa a las 10:30 y llegaban a las 10:20, siempre minutos antes», añadió.
Marezza resaltó además que su hermana Nicol y su cuñado Luis eran personas amantes de los animales. La familia Figueroa tiene varios perritos, que han enfrentado la tristeza al ver que la joven no llega a la casa.
«Los perritos eran la adoración de mi hermana, mi hermana siempre velaba por los animales. Nosotros tenemos tres perritos, y la más pequeña de todos ha estado muy mal porque entra al cuarto de ella, olfatea y no la encuentra, por lo que se ponen a llorar los tres», contó la joven.
Asimismo, añadió que Nicol Alejandra colaboraba con fundaciones rescatistas de animales, por lo que cada vez que podía, se acercaba a los refugios y albergues para llevar comida, o dinero.
Un amor que sobrepaso la vida
Justo antes de partir hacia Tatumbla, la pareja de jóvenes estuvo abrazando y jugando con sus perritos, a los que les prometieron regresar el sábado. Sin embargo, ellos ahora no comprenden lo que está sucediendo con sus amos.
Marezza concluyó diciendo que, a pesar del dolor que se vive en ambos hogares, tienen la satisfacción de saber que los dos disfrutaron su vida de una manera sana, vivieron un amor real que sobrepasó la vida y ahora descansan a la derecha de Dios.
«El consuelo que tenemos es que se nos fueron juntos, es muy doloroso, son dos pérdidas, eran nuestra familia, mis hermanos los dos, es doloroso perderlos a los dos, pero sabemos que no hubiesen sobrevivido o soportado uno perder al otro», aseguró.
La familia está a la espera de los análisis forenses e investigaciones correspondientes, para así conocer qué fue lo que aconteció en la cabaña en Tatumbla el pasado viernes 17 de octubre .
