Redacción. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Honduras (OACNUDH) emitió este miércoles un comunicado en el que expresa su profunda preocupación por el aumento de hostigamientos hacia la población garífuna.
Según informaron, estos hostigamientos están especialmente dirigidos en contra los miembros de la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH) y las comunidades de Triunfo de la Cruz, San Juan y Trujillo, en el departamento de Atlántida.
La OACNUDH instó a las autoridades hondureñas a tomar medidas eficaces para prevenir y sancionar la estigmatización de estas comunidades. También pidió que se proteja a quienes defienden su derecho a la propiedad territorial ancestral.
Según el comunicado, los mensajes recientes contra la OFRANEH y los habitantes de las comunidades garífunas están alimentando un clima de «desinformación y polarización». Esto se da especialmente en relación con la reivindicación del derecho al territorio ancestral.
Este fenómeno, señala la oficina, se da en un contexto marcado por la «falta de avances» en la implementación de sentencias dictadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) que benefician a las comunidades garífunas.
Además, se ve reflejado en la inacción de la Comisión Interinstitucional para el Cumplimiento de Sentencias Internacionales (CIANCSI). Esta institución se encarga de garantizar el cumplimiento de estos fallos.
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Problemática
La situación se ha visto agravada por recientes reportes de actos de violencia, incluidos «hostigamientos, amenazas y disparos» en las localidades de San Juan y Triunfo de la Cruz, presuntamente perpetrados por grupos armados.
La OACNUDH subrayó que la falta de una respuesta estatal efectiva frente a estos hechos de violencia y la estigmatización pone en peligro las obligaciones internacionales de Honduras en materia de derechos humanos. En particular, esto afecta la protección de los pueblos indígenas y afrodescendientes.
La Oficina de la ONU también advirtió que los discursos de estigmatización y deslegitimación pueden crear un entorno de hostilidad y intolerancia. Esto incrementa los riesgos para la seguridad e integridad de las personas defensoras de derechos humanos y sus comunidades.
En este sentido, la OACNUDH pidió a las autoridades hondureñas que se abstengan de realizar declaraciones públicas que «estigmaticen o desacrediten» a quienes defienden los derechos de los pueblos indígenas y afrodescendientes. Además, solicitó que refuercen la legitimidad del trabajo de estos defensores.
Asimismo, urgió a Honduras a adoptar medidas «eficaces» para prevenir y sancionar los actos de estigmatización, amenazas y hostigamientos. También, destacó la importancia de garantizar la seguridad e integridad de las personas defensoras y las comunidades afectadas.
