Redacción. Comunidades y empresarios de Tela, Atlántida, manifestaron su profunda preocupación ante las constantes invasiones de propiedades privadas de parte de grupos garífunas en sectores como San Juan, San Juan Bernabé, Barra Vieja, Miami, Ensenada y El Triunfo, en la zona norte de Honduras.
Según líderes locales, estas acciones están generando conflictos que afectan la paz histórica de la región y ponen en riesgo la convivencia armoniosa entre vecinos.

François Ligeard, empresario y regidor de la comuna de Tela, señaló que existen indicios de que algunas personas estarían utilizando a miembros de la comunidad garífuna para crear desorden, lo que ha derivado en una sensación de incertidumbre y alarma entre los habitantes.
“Siempre hemos vivido en paz y hemos construido relaciones de amistad y cooperación con todos los vecinos. Hoy, nos preocupa que estas invasiones puedan alterar la tranquilidad y generar un conflicto que nadie desea”, afirmó Ligeard, para Hoy Mismo.
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Los líderes comunitarios hicieron un llamado urgente al gobierno central y a funcionarios públicos para que se trasladen desde Tegucigalpa y supervisen directamente la situación.
Cumplimiento de los derechos
En particular, solicitaron que se garantice el cumplimiento de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la cual protege los derechos de propiedad de las comunidades afectadas y busca evitar conflictos mayores.
Según Ligeard, la presidenta Xiomara Castro nombró desde el año pasado una comisión especial para dar seguimiento a esta sentencia, pero la situación continúa generando preocupación entre empresarios y miembros de la fuerza viva de la ciudad.
Asimismo, el Instituto Nacional Agrario (INA) ha sido informado de la problemática, con el objetivo de buscar soluciones que permitan recuperar tierras invadidas sin generar enfrentamientos.

La tensión ha aumentado especialmente en las zonas del Triunfo de la Cruz y sus alrededores. Los empresarios locales temen que la falta de acción inmediata pueda derivar en un conflicto de mayor magnitud.
“No queremos problemas, queremos paz y tranquilidad. Esperamos que el gobierno actúe con firmeza, desplace la comisión y busque soluciones que resuelvan esta situación de manera definitiva”, concluyó Ligeard.
La comunidad de Tela insiste en que la intervención del gobierno es urgente, y en que se respeten los derechos de todos los habitantes, evitando que la problemática de las invasiones derive en un conflicto social de mayor alcance.



