Tegucigalpa, Honduras. Los pobladores de la colonia capitalina Ramón Amaya Amador y de las zonas aledañas atraviesan momentos de gran angustia debido a las intensas lluvias que han azotado la región en los últimos días.
Las precipitaciones continuas saturaron el suelo, incrementando de manera alarmante el riesgo de deslizamientos y provocando daños estructurales en varias viviendas.
Decenas de familias se vieron obligadas a abandonar sus hogares, muchas de los cuales están construidos en laderas inestables o al borde de abismos que comenzaron a ceder por la acumulación de agua.
A pesar del evidente peligro, algunas familias se negaron a evacuar, alegando que no tienen adónde ir y que las autoridades no les han brindado apoyo. Igualmente expresaron su preocupación por la continuidad de las tormentas, temiendo que una tragedia mayor pueda ocurrir en cualquier momento.
Las consecuencias de las lluvias no se limitan a los derrumbes. En varias casas se han registrado grietas profundas en el suelo y las paredes, lo que agrava la inseguridad de quienes aún permanecen en la zona.

Frente a esta emergencia, la comunidad hizo un llamado urgente a las autoridades para que brinden asistencia humanitaria, realicen evaluaciones de riesgo y evacúen de manera segura a las familias en peligro.
Muertos y más de 10,000 afectados
Las afectaciones por el temporal no se limitan a la capital. A nivel nacional, las autoridades reportaron al menos 11 fallecidos y 10,491 personas afectadas desde que comenzaron las intensas lluvias el pasado 29 de septiembre.
Copeco detalló en un comunicado que el temporal también ha dejado ya 1,996 personas damnificadas, 347 evacuadas, 32 rescatadas y una desaparecida. Otras 65 comunidades permanecen incomunicadas debido a derrumbes, desbordamientos de ríos y daños en la infraestructura vial.
Las autoridades mantienen activadas las alertas en varios departamentos y continúan monitoreando las condiciones climáticas, que siguen siendo inestables en gran parte del país.
Vea el video

