Redacción. Durante el Feriado Morazánico, las autoridades hondureñas notificaron que ya no se permitirá a salvadoreñas entregar agua fría, helados o abanicos a los hondureños que cruzan la frontera para disfrutar de las festividades en El Salvador.
La medida, que sorprendió a muchos, limita un gesto sencillo de cortesía que buscaba brindar alivio y hospitalidad a los vacacionistas catrachos.
Autoridades de El Salvador, a través de un comunicado, recordaron que “con la respectiva autorización, ayer estuvimos entregando agua fría, helados y abanicos en su lado de la frontera”. Sin embargo, según las autoridades hondureñas, esta práctica no podrá continuar.

A pesar de la restricción, el comunicado salvadoreño mantiene un tono cordial y reafirma la invitación a los visitantes: “No se preocupen, los esperamos con mucho entusiasmo desde el lado salvadoreño, listos para darles la bienvenida que merecen en su Semana Morazánica”.
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Visitas de hondureños a El Salvador
En el mensaje, se resaltan las bondades del país y la preparación de sus espacios turísticos. “Queremos que vivan la mejor experiencia: nuestras playas, volcanes, parques, sitios arqueológicos, espacios culturales, distritos y, por supuesto, el Centro Histórico de San Salvador; lugares que están preparados para recibirlos con los brazos abiertos”.
Lo que debería ser un intercambio cultural y un acto de fraternidad entre vecinos se ve empañado por la medida de las autoridades en Honduras. Esta decisión limita gestos de solidaridad y crea un ambiente innecesariamente tenso en la frontera.

Expertos en relaciones regionales advierten que estas restricciones pueden afectar la percepción de los ciudadanos y reducir la experiencia turística de los vacacionistas, especialmente en festividades como la Semana Morazánica.
Aun así, El Salvador reafirma su disponibilidad de recibir a los hondureños con cordialidad y hospitalidad.
“Con cariño, su hermano país. EL SALVADOR”, concluye el comunicado, dejando claro que, pese a la decisión de las autoridades hondureñas, la puerta sigue abierta y la hospitalidad no se detiene.



