La Ceiba, Atlántida. La historia de Marcos Munguía, un joven hondureño originario de La Ceiba, ha conmovido en redes sociales y en la comunidad universitaria. Su esfuerzo, disciplina y perseverancia le permitieron cumplir uno de sus sueños más importantes: convertirse en licenciado en Administración de Empresas, tras nueve años de estudios en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), campus Atlántida.
Lo que hace especial su logro es la forma en que consiguió financiar su carrera. Durante todo este tiempo, Marcos se dedicó a vender paletas en los pasillos del campus.
Con una hielera en mano, recorría las instalaciones para ofrecer su producto a estudiantes, docentes y personal administrativo. De esa manera, logró costear su formación académica y mantenerse en la universidad pese a las dificultades económicas.
El viernes, durante la ceremonia de graduación en La Ceiba, Marcos decidió asistir con la misma hielera que lo acompañó en su trayecto universitario. El gesto fue un símbolo de gratitud hacia el emprendimiento que le abrió las puertas al éxito académico.
Su presencia no pasó desapercibida. Compañeros, catedráticos y familiares lo felicitaron por haber alcanzado la meta sin renunciar a su trabajo.
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Con lágrimas en los ojos, el nuevo profesional agradeció a Dios, a su familia y a todas las personas que alguna vez compraron una paleta. “Gracias a quienes me apoyaron, este logro también es de ustedes”, expresó en una entrevista a un medio local.
La historia de Marcos se ha vuelto viral, pues refleja la realidad de muchos jóvenes hondureños que luchan a diario para estudiar y mejorar su futuro. Sus compañeros lo describen como un ejemplo de constancia y motivación.
Pese a haber alcanzado el título universitario, Marcos aseguró que continuará vendiendo sus paletas, al tiempo que trabaja para alcanzar nuevos sueños. Su meta es seguir creciendo, demostrar que con esfuerzo todo es posible y motivar a otros estudiantes a no rendirse frente a la adversidad.
