Redacción. La atención médica para la población de la tercera edad en Honduras atraviesa un momento crítico, con una alarmante escasez de especialistas en geriatría.
Según el médico geriatra Carlos Enrique, quien conversó con Radio América, el país cuenta con apenas entre cinco y diez médicos geriatras para atender a una población adulta mayor en constante crecimiento.
Enrique subraya que esta deficiencia impacta directamente en el cuidado de los adultos mayores, quienes padecen con mayor frecuencia enfermedades crónicas.
«Las enfermedades más prevalentes, es decir, más frecuentes en los adultos mayores son dos: diabetes e hipertensión. Son las que la mayoría, más del 90% de ellos van a padecer en algún momento de sus vidas», explicó el especialista.
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A estas se suman afecciones degenerativas y neurodegenerativas como el alzhéimer, la artritis y la artrosis, que requieren cuidados complejos y especializados.
Políticas deficientes
El médico enfatizó que, a nivel global, los adultos mayores demandan un mayor gasto en salud, con más hospitalizaciones y cuidados específicos. En Honduras, esta realidad choca con políticas públicas deficientes que no priorizan la atención geriátrica ni destinan fondos suficientes para la prevención de estas enfermedades según el especialista.
Actualmente, la especialidad de geriatría como tal no se imparte en Honduras. Quienes desean formarse en este campo deben buscar oportunidades fuera del país, enfrentando un camino complejo para revalidar sus estudios y ejercer.
Enrique señaló que uno de los mayores obstáculos para establecer la especialidad a nivel nacional es la escasez de docentes capacitados en esta área.
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Paliativo insuficiente
Aunque el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) ofrece atención al adulto mayor a través de clínicas periféricas en Tegucigalpa, no logra compensar la falta generalizada de geriatras.