Redacción. Una nueva escalada de tensión se vivió en el Centro de Salud Alonso Suazo, de Tegucigalpa, donde enfermeras auxiliares se vieron obligadas a saltar el portón para acceder al establecimiento.
Las profesionales de la salud, afiliadas a la Asociación Nacional de Enfermeras y Enfermeros Auxiliares de Honduras (ANEEAH), denunciaron que la gerencia del centro les impidió el acceso, supuestamente por orden de las autoridades.
Según reportes, el portón principal fue cerrado con un candado para bloquear la entrada del personal en protesta. Esta situación generó la indignación de las enfermeras, quienes calificaron la medida como un «acto de represión».
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Una de ellas, visiblemente molesta, arremetió contra la ministra de Salud, Carla Paredes, tildándola de «inepta» y asegurando que «le quedó grande el puesto».
«Llamar a las autoridades porque la señora ministra es una inepta, realmente es una inepta. Le quedó grande el puesto», aseguró de una las enfermera auxiliares.
La situación no solo afectó al personal, sino también a los pacientes que, al quedar encerrados, no podían salir del centro para atender sus otras obligaciones.
Pacientes atrapados
Testimonios de pacientes reflejaron la frustración del momento. Un joven, que se encontraba dentro del centro desde la madrugada, expresó su enojo al no poder salir para ir a trabajar.

A pesar de que las enfermeras aseguraron que su intención era reunirse en una sala sin interrumpir las consultas, la decisión de la gerencia de cerrar el paso escaló el conflicto.
Ante las amenazas de «audiencias de descargo» anunciadas por la ministra Paredes, las manifestantes afirmaron no tener miedo. Así mismo, mantuvieron su posición de continuar con las protestas hasta que sus demandas sean escuchadas.