Redacción. El director de Protección al Consumidor, José Enrique Santos Cabrera, lanzó una seria advertencia a la población hondureña, alertando sobre el alarmante aumento de estafas diarias perpetradas por grupos criminales transnacionales.
La entidad recibe entre 20 y 30 denuncias cada día, lo que se traduce en un promedio de 900 víctimas de fraude al mes solo en su oficina.
Santos Cabrera fue enfático al señalar que «hay grupos organizados, carteles de mafiosos que operan en criptomonedas, que operan con financieras».
El funcionario hizo un llamado directo a la ciudadanía: «Al pueblo hondureño le hago un llamado, dejen de estar cayendo como tontos». Esta alerta surge en un contexto donde empresas como Inversiones Koriun son investigadas por el Ministerio Público, acusadas de estafar a unos 35,000 hondureños bajo un esquema Ponzi.
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El funcionario precisó que solo siete financieras están reguladas por la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS). Sin embargo, muchas más ofrecen servicios a través de redes sociales como Facebook, y grupos de Telegram y WhatsApp, aprovechándose de la necesidad económica y la ingenuidad.
Ambición
Según Santos, las víctimas suelen caer por la ambición o la situación económica del país. «Es que el pueblo no tiene que caer de ingenuo».
«Y a veces caen por ingenuos y por ambiciosos y por la misma situación económica, pero esto no solo pasa acá en Honduras. Esto es a nivel de Latinoamérica», indicó. Los estafadores suelen prometer ganancias exorbitantes, como ofrecer $1,000 y asegurar que las víctimas recibirán otros $1,000 en un mes.
«Eso es mentira, eso es una ingenuidad. En ningún lado, nadie gana eso», enfatizó Santos, explicando que estas estructuras operan con modalidades de crimen cibernético a nivel latinoamericano. Además de las financieras fraudulentas, Protección al Consumidor ha identificado otras formas de estafa.
Santos denunció que «cuatro agencias de viaje y dos de juegos de azar» operan ilegalmente desde un centro comercial en la salida al sur. La publicidad engañosa y la manipulación de descuentos también son prácticas comunes de fraude detectadas.