Redacción. La posibilidad de que Honduras celebre las próximas elecciones generales sin la participación de misiones internacionales de observación electoral ha encendido las alarmas entre analistas y organizaciones dedicadas a la transparencia.
El analista en temas internacionales Graco Pérez denunció que el retraso en la acreditación de embajadores por parte del Gobierno está afectando gravemente las condiciones necesarias para asegurar un proceso electoral transparente.
“El no acreditar a representantes diplomáticos no es un simple trámite burocrático; está generando un ambiente de incertidumbre internacional. Esto podría tener graves consecuencias para la transparencia del proceso electoral”, expresó Pérez, al referirse al retraso en la entrega del beneplácito a embajadores como los de la Unión Europea, Israel, Suecia, Portugal, Reino Unido y Ucrania.
Según explicó el experto, esta falta de voluntad del Ejecutivo podría interpretarse como una señal de aislamiento intencional frente al escrutinio internacional. La no aceptación de cartas credenciales por parte del Ejecutivo podría interpretarse como un intento de aislar al país del escrutinio internacional, agregó.
Llegada de misión europea en suspenso
La situación cobra relevancia tras la reciente llegada de una misión de la Unión Europea al país para instalar una misión de observación electoral. Sin embargo, este esfuerzo podría verse frustrado si el embajador designado no recibe las cartas credenciales necesarias para ejercer sus funciones diplomáticas.
“Recientemente, tuvimos la visita de una comisión exploradora para la observación electoral de la UE, pero ni siquiera le reciben las cartas credenciales al señor embajador”, lamentó Pérez.
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Preocupación social
Diversos sectores políticos y sociales han expresado preocupación ante la posibilidad de un proceso electoral sin veeduría internacional, sobre todo después de los incidentes reportados durante las elecciones primarias del 9 de marzo, donde se denunciaron irregularidades, enfrentamientos entre simpatizantes y acceso limitado para observadores independientes.
“La observación internacional es una garantía mínima de transparencia. Si no se facilita su presencia desde ahora, el proceso electoral llegará debilitado antes de comenzar”, afirman otros analistas que siguen de cerca el tema.
Por su parte, Osiris Pays, asesora en transparencia y anticorrupción del Centro de Estudio para la Democracia (CESPAD), señaló que las misiones internacionales influyen en el comportamiento institucional durante los comicios.
“Estamos ante un contexto en donde cuando tenemos una presión internacional nuestros funcionarios públicos tienden a tener un comportamiento diferente y positivo”, expresó Pavés.