Redacción. El vicecanciller hondureño Gerardo Torres confirmó este lunes que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) celebró una reunión extraordinaria de cancilleres para analizar el despliegue de tropas estadounidenses en el Caribe, cerca de Venezuela.
El encuentro giró en torno al “firme rechazo a cualquier forma de injerencia externa que afecte la estabilidad y paz en la región”.
Torres participó en el encuentro en representación del canciller Javier Bu. El funcionario compartió en su cuenta de X varios detalles de las discusiones y explicó que los cancilleres analizaron la situación que vive Venezuela. Además, destacaron la creciente presión militar en la región.

En entrevista con un canal de televisión, Torres amplió que los buques aún no se encuentran en aguas venezolanas, pero sí en territorios que pertenecen a la CELAC. Aclaró que no hubo consenso en torno a un pronunciamiento oficial, ya que la negativa de un solo país impide la unanimidad. No obstante, afirmó que el tema “sigue sobre la mesa”.
“El pronunciamiento no habla directamente de la tensión entre Estados Unidos y Venezuela”, indicó, aunque resaltó que sí aborda la presencia de armas nucleares en el Caribe y la importancia de mantener la región como “zona de paz”.
“Discutimos sobre la situación actual que vive Venezuela y la presencia de barcos de guerra”, escribió el funcionario en X.
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En la reunión se subrayó sobre la preservación de la soberanía, la independencia política y la integridad territorial de sus Estados miembros. También, se expresó un rechazo firme a cualquier injerencia externa que ponga en riesgo la estabilidad y la paz.
Colombia, con la presidencia pro tempore de la CELAC, convocó de urgencia este lunes a una reunión virtual de cancilleres. El objetivo fue analizar la coyuntura regional tras el despliegue de buques de guerra estadounidenses frente a las costas de Venezuela.
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, rechazó con firmeza el despliegue militar estadounidense en el Caribe, calificándolo de “acciones hostiles” y acusando a Estados Unidos de intentar un “cambio de régimen”.
Por su parte, Washington elevó recientemente a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura del mandatario venezolano. El Gobierno estadounidense acusa a Maduro de “violar las leyes de Estados Unidos sobre narcóticos”.

La Cancillería colombiana explicó que el encuentro buscaba “intercambiar puntos de vista y reflexiones sobre la coyuntura regional”. También, buscaron abordar “de manera abierta y constructiva las preocupaciones existentes en torno a los recientes movimientos militares en el Caribe y sus posibles implicaciones para la paz, la seguridad y la estabilidad regional”.
Washington defendió la operación. Señaló que el envío de destructores, un crucero lanzamisiles y un submarino nuclear forma parte de su estrategia antidrogas. Según la Casa Blanca, la misión cuenta con el respaldo de varios países latinoamericanos que apoyan la medida para “frenar el flujo de drogas”.
Hasta ahora, la CELAC no se había pronunciado sobre esta acción naval. Colombia, que asumió la presidencia del bloque en abril, decidió promover el debate regional ante un escenario que podría impactar la estabilidad política y de seguridad en América Latina y el Caribe.
La sesión cerró sin acuerdos finales. Los cancilleres resolvieron dar continuidad a las discusiones el jueves 4 de septiembre, cuando retomarán el análisis de la coyuntura geopolítica en la región.