REDACCIÓN. En lo que va del 2024, Honduras se ha visto sacudida por una alarmante ola de violencia que ha dejado un promedio de una masacre cada cinco días. Cinco hechos múltiples han enlutado al país, cobrando la vida de 19 personas, incluyendo menores de edad, en los primeros 25 días del año.
La primera masacre se registró el 20 de enero en Mateo, donde a tres jóvenes los asesinaron brutalmente . Apenas diez días después, el 30 de enero, Trujillo, Colón, fue escenario de otra tragedia similar, con cuatro víctimas mortales.
Febrero no trajo tregua. El 5 de febrero, tres personas perdieron la vida en Ocotepeque, seguidas por otras tres en Juticalpa, Olancho, el 8 de febrero. La masacre más reciente ocurrió el 14 de febrero en Catacamas, Olancho. Seis personas resultaron sumiendo a familias enteras en el dolor y la desesperación.
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Los departamentos de Francisco Morazán, Ocotepeque, Colón y Olancho han sido testigos de esta escalada de violencia, evidenciando la extensión del problema en el territorio hondureño. La pérdida de vidas jóvenes y la impunidad que rodea estos crímenes generan un sentimiento de indefensión y zozobra en la población.
Las víctimas mortales respondían a los nombres de Douglas Joel Lanza Pacheco, de 39 años, ganadero y residente de la colonia Palmira; Otoniel Colindres, de 27 años, jornalero y residente del barrio 4 de Mayo; Elder Bacilio Colindres, de 28 años, agricultor y residente de San Francisco de La Paz y Luis Alexis Carrillo, de 43 años, jornalero y residente de San Francisco de La Paz.
A Jorge Albero Martínez y Arlin Isaí Carrillo los llevaron de emergencia a un centro asistencial. Se está a la espera que se confirme si sobrevivieron o fallecieron. Según testigos, varios hombres armados llegaron al lugar y abrieron fuego contra las víctimas.