Redacción. Si bien la tasa de desempleo ha mostrado una leve mejoría en los últimos años, la situación laboral en Honduras sigue siendo preocupante. El principal desafío es la alta informalidad, que afecta a una gran parte de la población, especialmente a quienes viven en condiciones de pobreza, perpetuando un ciclo de desigualdad y falta de oportunidades.
En este contexto, la construcción de un hospital en Choluteca con mano de obra china ha generado una fuerte controversia entre diversos sectores de la sociedad. Muchos consideran que se está desaprovechando una oportunidad valiosa para generar empleo local en una de las regiones más necesitadas del país.
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Alejandro Kaffati, economista del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), advirtió que el mercado laboral hondureño sigue siendo precario. El año pasado se generaron apenas 9,600 empleos formales, mientras que en el sector informal se crearon alrededor de 76,000 puestos.
«Estudios han identificado que el 80 % de las familias que vive en condiciones de pobreza trabaja, lastimosamente, dentro de la economía informal. Eso alimenta un círculo vicioso de informalidad, pobreza y desigualdad. Mientras no seamos capaces de romper ese ciclo, no vamos a cambiar la situación del país ni mucho menos reducir la pobreza», explicó.

Empleo para chinos
Ante la consulta sobre el uso de mano de obra extranjera en la construcción del hospital, Kaffati expresó su preocupación.
«Si esto es realmente cierto, que está sucediendo en la zona sur del país, es penoso y lamentable que se incentive desde el gobierno la participación de mano de obra extranjera por encima de la nacional», señaló.
El economista destacó la urgencia de promover el empleo nacional a través de la reactivación económica en sectores como la construcción, la industria y el comercio, pero con trabajadores hondureños.
«Una vez que hayamos resuelto los problemas laborales de los hondureños, entonces podríamos considerar la necesidad de mano de obra extranjera. Pero en este momento, de ser cierto, sería muy lastimoso para el país y, sobre todo, una bofetada para el pueblo hondureño».
Datos recientes del Cohep señalan que 1.6 millones de hondureños están en condición de subocupación, lo que significa que tienen un empleo pero trabajan menos horas de las que desean o sus ingresos no son suficientes.
Mano de obra cara
Mencionó que la preferencia por la mano de obra nacional no solo se justifica por ser más barata en el país, sino porque «traer mano de obra del extranjero implica mayores costos de traslado, de vivienda, de manutención», lo cual podría incluso sobreestimar los costos que se habían proyectado inicialmente para ejecutar los proyectos o la actividad económica.
«El Ministerio de Trabajo debería dar esa información al público: si en efecto está trabajando mano de obra extranjera en la zona sur o en los proyectos del Gobierno, y si es así, justificar por qué se está utilizando la mano de obra extranjera por sobre la nacional», apuntó el experto.
Para conocer la postura oficial sobre el tema, Diario TIEMPO intentó comunicarse con varios funcionarios de la Secretaría de Trabajo, pero no obtuvo respuesta.
La inversión del hospital del Sur supera los US 61 millones, financiados mediante un préstamo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Denuncia de alcalde Choluteca
Por su parte, el alcalde de Choluteca, Quintín Soriano, denunció públicamente que la construcción del hospital regional está siendo ejecutada en su mayoría por ciudadanos chinos.
“Se suponía que en la construcción de los hospitales serviría para dar trabajo a los hondureños, pero no, aquí estamos llenos de chinos”, expresó el edil durante una intervención ante medios locales.
Soriano afirmó que aproximadamente el 80% de la mano de obra empleada en la obra proviene de China. El funcionario, visiblemente molesto, señaló que esto contradice a las promesas de generación de empleo.

Invasión China
La queja también se extiende desde las pequeñas empresas donde en reiteradas ocasiones se ha denunciado que la «competencia desleal de productos importados desde China» está afectando gravemente a la micro y pequeña empresa hondureña.
Victorino Carranza, representante del gremio, señaló que más de 1,000 negocios están prácticamente cerrados, con una pérdida estimada de 10,000 empleos.
Asimismo, explicó que estas importaciones masivas de artículos de baja calidad han inundado el mercado sin ningún control legal o fiscal, desplazando a los comerciantes locales que no pueden competir con los precios reducidos.
Medidas
El empresario recordó que, históricamente, existieron medidas que fortalecieron al sector, como las exoneraciones fiscales compartidas, las cuales permitían actualizar la maquinaria e invertir en la mejora de materias primas.
Carranza también señaló que en su momento se había establecido la obligación de adquirir al menos el 30% de la producción nacional. Asimismo, explicó que si se hubiera concretado la propuesta de otorgar préstamos anuales de 50 millones de lempiras durante 10 años, se habría alcanzado una inyección total de 500 mil millones de lempiras para apoyar a la micro y pequeña empresa.
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Carranza criticó que los beneficios del Estado hoy se concentran en productos importados, dejando a los negocios locales sin apoyo.
«Hoy nos dan el toque de queda. La invasión China sin control está liquidando compañías», aseguró. Al tiempo que dijo que esta situación pone en riesgo la sostenibilidad de miles de familias que dependen de estos emprendimientos.
El gremio advirtió que, de no tomarse medidas urgentes, la pérdida de competitividad local seguirá aumentando. Esto podría generar más cierres de empresas y desempleo en el sector. «Nos cuesta un blúmer 19 lempiras y ellos lo venden en L11. Esto no puede ser», señaló, resaltando la presión que enfrentan los microempresarios.

Sobre SFECO Group
La Secretaría de Salud (Sesal) firmó el contrato con SFECO Group, empresa china ganadora de la licitación para el diseño, construcción y equipamiento del nuevo hospital que se construirá en Choluteca.
SFECO Group (Shanghai Corporation for Foreign Economic and Technological Cooperation) es una empresa estatal china que aparece en el informe como un actor reciente en el sector minero de Eritrea. En 2012, SFECO adquirió el proyecto minero de oro Zara, previamente propiedad de la firma australiana Chalice Gold Mines, según Human Rights Watch.
Eritrea es un país con un «historial grave de violaciones a los derechos humanos, especialmente por su programa de servicio nacional obligatorio e indefinido». Esto ha sido calificado como una forma de «trabajo forzado» a gran escala.
De acuerdo a Human Rights Watch, la corporación SFECO entra en este entorno en 2012, comprando el proyecto Zara en medio de preocupaciones internacionales sobre el uso de trabajo forzado en el desarrollo de minas.

Acuerdos en otros países
Asimismo, un articulo de The Diplomat dio a conocer que en noviembre de 2019, SFECO Group comenzó la construcción de una carretera de 134 km en Eritrea, en colaboración con altos funcionarios del gobierno.
Este proyecto marca un nuevo nivel de cooperación económica. Es parte del impulso de China por integrar a Eritrea en su Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI).
Además, en 2025 Economy Middle East dio a conocer que el Grupo Tadweer, con sede en Abu Dabi, firmó un acuerdo con el Grupo SFECO de China para explorar la posibilidad de establecer una planta de fabricación en Abu Dabi destinada a convertir residuos sólidos industriales en materiales de construcción ecológicos.