Tegucigalpa, Honduras. La doctora Carla Paredes asumió el cargo de ministra de Salud en enero de 2024, con la misión de reconstruir un sistema de salud pública profundamente afectado por múltiples deficiencias estructurales.
Desde el primer momento, su gestión ha estado marcada por la controversia, no solo por los desafíos inherentes al cargo, sino por el tono confrontativo y el contenido polémico de muchas de sus declaraciones.
Gran parte de sus intervenciones han desatado críticas constantes en distintos sectores, tanto dentro del gremio sanitario como entre comunicadores y la ciudadanía. Diversos sectores de la sociedad han señalado que la ministra ha utilizado un lenguaje soberbio, despectivo e incluso ofensivo, particularmente cuando se refiere a profesionales de la salud y a periodistas.
Uno de los ejemplos más recientes es el conflicto con el personal de enfermería auxiliar, quienes reclaman el pago de zonaje, ajustes salariales, reasignaciones laborales y contrataciones pendientes, entre otras demandas laborales que, según denuncian, el gobierno no ha cumplido.
En una conferencia de prensa ofrecida en respuesta a estas exigencias, la ministra intentó abordar los puntos planteados por las enfermeras. Sin embargo, en un momento de su intervención, lanzó una frase que muchos calificaron como soberbia y prepotente, lo que avivó aún más la tensión entre la Sesal y el personal sanitario.
“Sin desmeritarlas, solo son dos años de formación: uno de teoría y otro de práctica. Y este es el salario de un universitario: 21,000 lempiras gana una trabajadora social», recordó Paredes.

Médicos cubanos
Otra polémica que salpicó a la ministra Carla Paredes surgió cuando se pronunció sobre el tema de los médicos cubanos contratados por el gobierno. El Colegio Médico de Honduras (CMH) volvió a expresar su inconformidad, al afirmar que desconocía la ubicación y las funciones exactas del personal cubano incorporado al sistema de salud desde inicios de 2024.
En lugar de apaciguar las tensiones, la ministra respondió con dureza, lo que reavivó el conflicto con el gremio médico. En declaraciones a la prensa, dijo:
“Si no lo saben es porque no quieren, porque en su momento se envió toda la información. Con el Colegio Médico es de nunca acabar”.
“La población está satisfecha con su atención. Tienen carisma, están disponibles y dispuestos a llegar donde otros no quieren ir”.
“Son imbéciles”
La ministra también se vio envuelta en controversia cuando arremetió contra sus propios colegas y periodistas, calificándolos de “ignorantes” e “imbéciles”.
Las declaraciones surgieron luego de que varios profesionales de la salud cuestionaran como excesivas las medidas del gobierno, que incluían enviar a teletrabajo a empleados públicos y suspender clases presenciales ante el aumento de enfermedades respiratorias.
“El que diga que no es necesario, yo solo digo: ignorante”, aseveró la doctora.
Cuando un periodista le indicó que algunos de sus propios colegas consideraban que la decisión tenía un trasfondo político, la ministra respondió aún con más dureza:
“Esos ya son imbéciles. Mire, nada tiene que ver los problemas de salud con la política. Usted va a votar por quien usted quiera votar, pero se va a morir independientemente de qué partido político sea”.
El gremio calificó esas expresiones como una falta de respeto y una violación a principios éticos. Asimismo, se le exigió una disculpa pública.
“El CMH exige una disculpa pública por parte de la secretaria Carla Paredes hacia los profesionales de la salud que fueron injustamente insultados. De no hacerlo y reiterar sus evidentes faltas de ética profesional, se instalarán las acciones que correspondan ante el tribunal de honor de este Colegio Médico”, expresó la organización.

Contratar a ‘firulais’
Por otra parte, Paredes reaccionó con molestia ante las asambleas informativas que médicos realizan en distintos centros asistenciales del país. A su criterio, el gobierno ha cumplido con todos los acuerdos que están en sus manos y aseguró que solo los médicos que realmente pertenecen al sistema están trabajando, mientras que otros, según ella, responden a intereses ajenos e incluso políticos.
La ministra criticó, además, la falta de coherencia en las demandas del Colegio Médico:
“La verdad, ya no sé qué es lo que quieren, porque hoy es azul, mañana es rojo, luego es blanco, luego es amarillo, pero no tienen un discurso sólido”, manifestó.
“Cada vez que se descentraliza a uno, ellos hacen huelga porque quieren que yo contrate incluso al ‘firulais’ que anda en el centro de salud. ¡Tengo que adoptarlo!”, añadió la mujer lo cual se volvió tendencia en redes sociales.
“Malnacidos”
En noviembre de 2024, Carla Paredes minimizó la escasez de algodón que afectaba al Hospital Escuela de Tegucigalpa y que obligó a suspender cirugías programadas. Además, arremetió contra sus críticos, calificándolos de “malnacidos”.
“Hay muchos malnacidos que no les interesa el bienestar del pueblo, solo les interesa fastidiarlo”, afirmó Paredes.
Igualmente acusó a los medios de comunicación de exagerar la situación y de ignorar los avances en la provisión de otros insumos médicos.
Según ella, la falta de algodón representaba un problema menor frente a la amplia gama de insumos y medicamentos disponibles en el hospital.
“El algodón es solo uno más de los 1,900 insumos distintos que tenemos. No preguntan por los medicamentos para el cáncer, la tiroides o los antibióticos disponibles”, expresó.
Paredes también desestimó las críticas, calificando a quienes cuestionan la gestión hospitalaria como personas “con la cabeza llena de basura y el corazón lleno de mostaza”.

Visa
Otra de las controversias protagonizadas por la ministra de Salud ocurrió cuando respondió con ironía al anuncio del Departamento de Estado de Estados Unidos, que informó la revocación de visas a funcionarios centroamericanos que promuevan o faciliten la presencia de brigadas médicas cubanas.
Cuando la prensa le preguntó si temía ser sancionada por Washington, la ministra Carla Paredes respondió con ironía: “Yo no tengo visa”.