Redacción. La violencia continúa golpeando diferentes regiones de Honduras, y el departamento de Francisco Morazán se mantiene entre los más afectados. En menos de 24 horas, dos hechos sangrientos han consternado a la población.
La noche del jueves, un joven fue asesinado a balazos en una calle de la aldea Villa Vieja, al oriente de Tegucigalpa. Según testigos, al joven lo llevaron hasta el lugar y lo atacaron a quemarropa. Los vecinos aseguran que la víctima no era conocida en la zona, lo que hace suponer que fue ejecutado lejos de su comunidad.
Al escuchar las detonaciones de arma de fuego, los pobladores alertaron a las autoridades. También, relataron haber visto a los atacantes huir del sitio a toda prisa. Minutos después, agentes de la Policía Nacional llegaron al lugar y encontraron el cuerpo sin vida del joven.
El fallecido vestía una camisa roja, pantalón de mezclilla azul y zapatos negros. Se maneja la hipótesis de que el hoy occiso tenía entre 18 y 25 años y era originario de la zona central de Honduras.
Atrocidad en Vallecillo: le arrancaron los ojos
Un hecho igualmente brutal se registró en el municipio de Vallecillo, también en Francisco Morazán. Un joven salió de su casa alrededor de las 8:00 de la noche y no regresó. Su familia, preocupada por su ausencia, comenzó a buscarlo horas después.
Más tarde, recibieron información sobre un cuerpo abandonado en un sector aún no determinado. Al llegar al lugar, los familiares confirmaron que se trataba del joven desaparecido.
El cadáver presentaba signos de extrema violencia: tenía una profunda herida en el cuello y le habían arrancado los ojos. El caso ha generado indignación y temor entre los habitantes de la zona.
Se confirmó que las autoridades ya investigan ambos casos para determinar cómo ocurrió y dar con los culpables de estos dos homicidios.
