Redacción. El Instituto Nacional de Migración (INM) aclaró que actualmente no exige el carnet de vacunación contra el sarampión a quienes ingresan al país.
Wilson Reyes Paz, director del INM, confirmó que “no está solicitando el carnet de vacunación contra el sarampión a los viajeros que desean ingresar al país”. De esta forma, desmintió los rumores que circularon sobre la aplicación inmediata de esta medida sanitaria.
Reyes Paz también aseguró que “las autoridades hondureñas notificarían cuando empiece a pedir el carnet de vacunación”, y añadió que cualquier nueva disposición será comunicada previamente a través de los canales oficiales del gobierno.
La confusión surgió tras una notificación emitida por la embajada de Estados Unidos en Honduras. En el aviso, la sede diplomática informó a sus ciudadanos que las autoridades hondureñas les pedirían el carnet de vacunación contra el sarampión o el resultado negativo de una prueba entre 72 a 80 horas para poder ingresar al país.
Este mensaje generó interpretaciones erróneas y llevó a pensar que la normativa ya estaba en vigor. Sin embargo, el INM aclaró que, por ahora, no se ha implementado ningún requisito adicional en materia de salud para los viajeros.

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Alerta en Honduras
La Secretaría de Salud (Sesal) declaró una alerta nacional con el fin de reforzar los controles sanitarios en las fronteras y otros puntos de ingreso al país. La medida responde a la creciente preocupación por el sarampión, una enfermedad viral altamente contagiosa que representa una seria amenaza epidemiológica.
Con esta alerta, las autoridades buscan intensificar las labores de prevención, vigilancia epidemiológica, control y respuesta rápida en todo el territorio nacional. El riesgo de un brote es mayor porque Honduras no ha alcanzado el nivel mínimo de cobertura vacunal necesario para generar inmunidad colectiva.
Aunque el país continúa combatiendo enfermedades propias de la temporada lluviosa, como el dengue y otras infecciones virales, el sarampión se ha convertido en la principal preocupación del sistema sanitario, debido a su capacidad de propagación acelerada y su potencial para causar complicaciones graves, especialmente en niños y personas no vacunadas.
