Redacción. El gobierno de Honduras está a la espera de entablar un diálogo con la administración del presidente Donald Trump, ahora en su segundo mandato, con el objetivo de abordar temas clave relacionados con la población migrante hondureña en Estados Unidos.
Antonio García, vicecanciller hondureño, detalló que esta conversación será crucial para defender los derechos de los hondureños en el extranjero y explorar puntos de cooperación bilateral.
Temas principales del diálogo
Entre los puntos de la agenda destacan:
- TPS (Estatus de Protección Temporal): Honduras buscará la ampliación de este programa, que beneficia a miles de ciudadanos hondureños.
Según García, la fecha clave será el 4 de mayo de 2025, cuando la administración estadounidense deberá decidir si extiende o cancela el TPS, actualmente vigente hasta julio de 2025.
La extensión del TPS es una prioridad para el gobierno hondureño, dada su importancia para las familias que dependen de este estatus migratorio.
- Dreamers: El gobierno también planteará la situación de los jóvenes hondureños amparados bajo el programa DACA, conocido como «dreamers». El objetivo será abogar por su estabilidad legal en EE. UU.
- Deportaciones: Honduras recibe actualmente 10 vuelos semanales de connacionales deportados desde Estados Unidos.
Sin embargo, existe la posibilidad de un aumento en esta cifra, un tema que se discutirá durante el diálogo.
García señaló que el gobierno hondureño hará todo lo posible para evitar deportaciones masivas, debido al impacto social y económico que esto tendría en el país.
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Sobre Palmerola
Aunque Honduras reconoce sus limitaciones para presionar a la administración de Trump, García mencionó que la base militar en Palmerola podría ser utilizada como parte de las negociaciones.
El vicecanciller aseguró que el gobierno de Honduras se compromete a defender los intereses de los migrantes y garantizar sus derechos, evitando acciones unilaterales que puedan vulnerarlos.
También, destacó la importancia de mantener una relación de amistad y cooperación con Estados Unidos, aunque reconoció las tensiones actuales.
Desde 2015, Honduras ha recibido más de 500,000 connacionales deportados de EE. UU., lo que representa un desafío significativo para la nación en términos de reintegración y desarrollo social.
El gobierno hondureño espera una conversación franca y abierta con la administración de Trump para encontrar soluciones conjuntas a estos temas críticos.
La relación bilateral, aunque marcada por tensiones, podría fortalecerse si se logran acuerdos que beneficien a ambas partes.