HONDURAS. Nadie conoce mejor que los médicos cuán difícil está siendo enfrentar la pandemia del Covid-19, pero más que las agotadoras jornadas de trabajo 12 horas y el uso prologando de un traje protector que provoca mucho calor, es complicado tener que distanciarse de su propia familia, para no correr peligro de contagiarla.
Varios médicos y personal de Enfermería que conforman la primera línea de contención han contado que, antes de entrar a sus casas deben bañarse afuera, quitarse su uniforme y procurar no tocar ninguna superficie.
De esta manera, en caso que el virus se haya transportado adheriéndose a sus uniformes o, incluso, a alguna parte de su cuerpo, se aseguran de no arriesgar la salud de sus seres queridos.
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«Quiero que esto termine»
En Danlí, un caso de estos se viralizó a través de las redes sociales, y se trata del Dr. Juan Daniel Alvarado, quien compartió en Facebook una fotografía de él sentado en un rincón de su casa, cenando solo, sin la compañía de sus hijos y esposa.
«Al venir del hospital, este ‘rinconcito’ es mi comedor para evitar contaminar a mi familia. Saben que no deben acercarse hasta que hago todas las medidas de limpieza y seguridad. Sin embargo, el miedo de hacer algo mal es latente», escribió el galeno.
Asimismo, Alvarado señaló que él, como padre de familia, como médico, como hondureño, desea que éste triste episodio en la historia del país concluya pronto, y regresar a la forma de convivencia de antes.
«El tiempo pasado era vida: salir con tu familia a tomar un helado o al parque a ver jugar a los niños. Ahora, todos ellos están pegados al computador recibiendo clases on-line. Quiero que esto termine… ¡pero con toda mi familia, amigos, vecinos y demás vivos!«, cerró el galeno.
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