TEGUCIGALPA, HONDURAS. Una reiterada práctica del delito de lavado de activos se ha registrado en Honduras en los últimos cinco años, revela un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos.
El documento se publica anualmente y forma parte de una evaluación que hace los Estados Unidos sobre drogas y lavado de dinero en el mundo.
El documento está titulado “Informe de la Estrategia Internacional de Control de Narcóticos”. La información corresponde al año 2017 y ubica a Honduras en la escala de los países de preocupación primaria. Esta es una de las tres categorías que destaca el informe, además de “países de preocupación” y “otros países monitoreados”.
Es oportuno mencionar que cada informe hace un análisis anual sobre los esfuerzos realizados por países claves para combatir el tráfico de drogas y se publica al año siguiente de la evaluación.
Para el 2016, la lista de naciones se limitó a 67, sin embargo el siguiente año se incrementó a 88; siendo Honduras, Cuba, Ecuador, Perú, El Salvador y Nicaragua los nuevos ingresos de países Latam (latinoamericanos).
Esa inclusión en ese informe ocurre un año después que Honduras aprobara como normativa la Ley Especial Contra el Lavado de Activos.
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Informe reconoce venta de vehículos como mecanismo tradicional de lavado de activos
Tal y como lo consignó diario TIEMPO DIGITAL en uno de sus más recientes trabajos periodísticos, las grandes concesionarias de vehículos son uno de los sectores preferidos por los narcotraficantes para lavar activos.
Así también lo deja en manifiesto el Informe de la Estrategia Internacional de Control de Narcóticos 201, donde señala que “el lavado de dinero se produce también a través de mecanismos tradicionales como la compra de vehículos”.
Esta práctica se ha hecho común en países latinoamericanos y Honduras no es la excepción; especialmente cuando se trata de grandes capos de la droga, cuyo principal lujo es adquirir vehículos costosos de preferencia blindados.
Las múltiples aseguramientos que la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI) ha realizado a reconocidos narcotraficantes hondureños, así como a miembros de otras estructuras criminales como maras y pandillas, son ejemplo de ello.
A todas esas estructuras se les ha decomisado miles de vehículos comprados a las concesionarias; esto ha ocurrido antes y después de entrar en vigencia la Ley Especial Contra el Lavado de Activos.
Actualmente está en debate si esas concesionarias de Honduras han devuelto el dinero recibido de esas estructuras criminales. O por lo mínimo recibido alguna sanción.
Esto porque no hay registros visibles que indiquen que ese producto de actividades ilícitas constitutivo del delito de lavado de activos, haya sido penalizado. O en el menor de los casos, incautado el dinero recibido por esas ventas.
Según los ocultos registros de la OABI, las distribuidoras que más vendían automóviles a esas estructuras eran Corporación Flores, Auto Excel, Grupo Q, Yude Canahuati y Corporación Jaar.
CASO DE NICARAGUA
Por otro lado, el documento también señala a Nicaragua como uno de los países vulnerables al lavado de activos. Esto, por considerarlo una nación de tránsito de drogas ilegales hacia los Estados Unidos; asimismo, por el dinero en efectivo que retorna a países suramericanos.
Sumado a ello, consideran que “el mercado negro de productos de contrabando en Nicaragua es más grande de lo que se reconoce”.
Además, el reporte hace referencia al tratado de CA-4 entre El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua; establecen que permite la libre circulación entre esos países. Y por ende, mayor tráfico de narcóticos y de lavado de activos.
SÉPALO
Par el informe correspondiente a 2017, la única categoría que se planteó fue “países de preocupación primaria”, en la que figura Honduras. En ese sentido, no se explica la desaparición de las otras dos categorías a estudiar, según lo establece el documento. Tomando en cuenta que versiones anteriores, sí detallaban las tres categorías en su totalidad.
