Redacción. Una vez más, Honduras se ve envuelta en un escándalo, pues en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2024, presentado este martes por Transparencia Internacional (TI), el país obtuvo una calificación de 22 puntos, lugar que marca una caída en comparación con los 23 puntos logrados en 2023.
Al IPC se le considera un indicador mundial que mide la percepción de la corrupción en el sector público de cada país. En ese sentido, la caída en la calificación de Honduras subraya una tendencia de retroceso en la lucha contra los actos corruptos a nivel estatal.
En el contexto de Centroamérica, Honduras se encuentra por debajo de países como Costa Rica (58), Panamá (33), El Salvador (30) y Guatemala (25). Sin embargo, aún supera a Nicaragua (14). Esta situación pone a Honduras en una posición delicada en la región, siendo un reflejo de la falta de transparencia en las instituciones y el debilitamiento de la confianza pública.
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Muerte de activistas
Además, en el informe de 2024, Transparencia Internacional destaca que Honduras comparte la misma calificación que países como Azerbaiyán, Líbano y Rusia.
Un dato aún más alarmante es el informe sobre la situación de los defensores ambientales en el país, que subraya el asesinato de al menos tres conservacionistas. Estos activistas fueron víctimas de la violencia debido a su trabajo en la denuncia de los intereses de empresarios, políticos y redes del crimen organizado involucrados en esquemas de corrupción.
Global Witness, una ONG internacional, documentó desde 2019, que al menos 71 defensores ambientales han sido asesinados en Honduras. Este sombrío récord pone de manifiesto el alto nivel de riesgo que enfrentan aquellos que luchan por la justicia ambiental y social en el país.
Por último, según el informe, 101 países han mantenido el mismo nivel de percepción de la corrupción entre los años 2012 y 2024. Esto indica que, a pesar de los esfuerzos en algunos de estas naciones, la corrupción sigue siendo una realidad presente en sus instituciones públicas y en su vida diaria.
Para François Valérian, presidente de Transparencia Internacional, la corrupción es una amenaza global en evolución que hace mucho más que socavar el desarrollo. Para el representante, es una causa clave del declive de la democracia, la inestabilidad y las violaciones de los derechos humanos. La comunidad internacional y cada nación deben hacer de la lucha contra la corrupción una prioridad principal y a largo plazo. Esto es crucial para contrarrestar el autoritarismo y garantizar un mundo pacífico, libre y sostenible. Las tendencias peligrosas reveladas en el Índice de Percepción de la Corrupción de este año destacan la necesidad de llevar a cabo acciones concretas ahora para abordar la corrupción global.
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