TEGUCIGALPA, HONDURAS. Algunas iglesias han acatado las órdenes que dictó el Gobierno para prevenir la propagación del COVID-19 y, por tanto, temporalmente, dejarán de congregarse.
A través de una resolución en Consejo de Ministros, se declaró una Emergencia Sanitaria Nacional. En ese marco circunstancial, se prohibieron las reuniones donde la concurrencia sea de más de 50 personas.
Las organizaciones religiones son la única excepción, pues se les permitió actuar en base a su propio criterio. No obstante, por prevención, han comenzado a seguir la disposición.
Verbigracia, la iglesia evangélica Cántico Nuevo se sometió a lo exhortado. El pastor Carlos Eduardo Brevé habló al respecto.
«Las iglesias nos sometemos a la autoridad del país. Al presidente y el alcalde, pues son nuestros superiores y debemos sujetarnos», inició diciendo.
«La medida y orden no está contraria a lo que dice la palabra de Dios; entonces, claro que sí la seguiremos y es un beneficio para nosotros mismos como iglesia porque, de esa manera, estamos previniendo que esta enfermedad no dañe a más personas», añadió.
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¿Acciones adecuadas?
El líder eclesiástico también opinó directamente acerca de las determinaciones tomadas en búsqueda de evitar una propagación del virus.
«Me parecen importantes las medidas porque, de acuerdo a lo que hemos visto, los países donde más se ha contaminado la gente es porque no han tomado las medidas preventivas”, comentó.
«Yo creo que eso de impedir que hayan más de 50 personas, tener que lavarse frecuentemente las manos y toser en el codo, son recomendaciones importantes, y así se va a prevenir el contagio», amplió.
Es importante saber que el cumplimiento de la normativa no es uniforme por parte de las iglesias evangélicas. Por ejemplo, el pastor de «Mi Viña», Mario Tomás Barahona, aseguró que no pararían de reunirse y que las medidas de prevención eran «diabólicas».
Asimismo, la religión católica ha continuado oficiando misas, aunque con algunas medidas de seguridad. El afamado «saludo de paz» no se está realizando. Los Testigos de Jehová también han persistido en su afán de adorar al creador.
