Redacción. La estrategia implementada por las autoridades de la Secretaría de Educación, que consiste en realizar una única recuperación al final del ciclo escolar, ha tenido un impacto negativo.
De acuerdo con un rotativo de circulación nacional, en respuesta a una solicitud de información SOL-SDE-4038-2024, el 4.86 % de los estudiantes no logró obtener el puntaje requerido en la recuperación. Esto significa que 86,878 menores de educación básica y media deberán repetir el grado en 2025.
La cifra expuesta anteriormente refleja un aumento de alrededor del 2 % respecto a 2023, cuando 85,061 estudiantes no lograron obtener el puntaje requerido en la recuperación. El número de estudiantes reprobados cambiaría debido a que faltan las calificaciones de 69,000 estudiantes. Sin embargo, los resultados preliminares han encendido las alarmas.
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Departamento más afectado
El departamento de Gracias a Dios fue el más afectado, con un 12 % de sus estudiantes reprobados, seguido por Francisco Morazán, que registró un 6.5%.
En la lista también figura Cortés, con un 4.89 % de reprobados. En comparación, los departamentos sureños, como Valle y Choluteca, presentaron las tasas más bajas, con un 1.29 % y casi un 3 %, respectivamente.
A nivel nacional, el 80 % de los reprobados pertenecen al nivel educativo básico, desde primero hasta noveno grado. Además, sólo un 9 % de los estudiantes aplazados estaban matriculados en el sistema educativo privado.
Deserción escolar
Por otra parte, un total de 45,493 alumnos abandonaron las aulas de clase, mientras que 1,424 cancelaron su matrícula. El docente y dirigente Joel Navarrete advirtió que estos resultados reflejan la necesidad urgente de cambiar el modelo educativo.
«El sistema educativo necesita realmente entrar en un proceso de replanteamiento de un nuevo modelo educativo. Necesitamos crear nuestro propio modelo educativo», afirmó Navarrete al rotativo.
Entre las causas identificadas se encuentran factores socioeconómicos como la pobreza y la inseguridad, así como la falta de estrategias pedagógicas que aseguren un aprendizaje efectivo y fortalezcan las capacidades de los docentes.
Las autoridades educativas defienden la medida de una sola recuperación como un intento por devolver la rigurosidad académica, pero la comunidad educativa sigue señalando los desafíos que enfrenta el sistema.
