TEGUCIGALPA, HONDURAS. La Iglesia Católica invitó a la población, por medio de la Homilía de este domingo, a tener fe y poner, en su totalidad, la confianza en Dios.
El párroco de la Catedral Metropolitana San Miguel Arcángel, Juan Carlos Martínez, detalló que la fe de los cristianos debe ser como un grano de mostaza. A pesar de que en algunas ocasiones, esta es mucho menor al tamaño de la semilla.
«El grano de mostaza es la semilla más diminuta, símbolo de los comienzos del reino a partir de unos valores humanamente insignificantes: Si tuviéramos fe como un granito de mostaza. Pero, a veces, nuestra fe es mucho más pequeña. No terminamos de confiarnos a Dios, de abandonarnos a Él», indicó.
Asimismo, compartió que «acudimos a Él, pero dejamos bien asegurada nuestra vida y nuestras cosas por si acaso. Con esta imagen (del grano de mostaza) Jesús nos está diciendo que, cuando se cree en Él, cuando ponemos toda nuestra confianza en Él, no hay obstáculos insalvables».
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«Vivimos en un momento de desencanto, indiferencia y secularismo»
Por otra parte, el sacerdote también hizo énfasis en que la sociedad vive en indiferencia y desencanto. Remarcando en ese sentido, el hecho de que la fe en Dios no es un tema sencillo.
«Jesús viene a decir que la confianza en Él exige una sana distancia de todo lo que nos aliena. Principios y formas de funcionar, que nos impiden vivir plenamente», subrayó.
A su vez, el titular de la Catedral San Miguel Arcángel señaló que es importante presentarse ante Jesús sin pretensiones ni soberbia.
«Jesús viene a decir a los discípulos que necesitan considerarse como pobres siervos, sin pretensiones. En un mundo de soberbia, de búsqueda de reconocimiento y poder, Jesús nos invita a la humildad y a no esperar agradecimientos y recompensas. Somos servidores, simples servidores del Reino», añadió.
Finalmente, Martínez, mientras leía la homilía de este domingo, remarcó la importancia que tiene Jesús en nuestras vidas.
«Jesús es para nosotros la referencia definitiva para nuestra vida y para toda la Iglesia. Jesús es para nosotros la razón última, la fantasía del futuro, el definitivo discurso sobre Dios y sobre el ser humano, la parábola inagotable sobre Dios, abierta a todos los tiempos. Jesús es Aquel que nos ofrece siempre más, nos ofrece una plenitud de vida y una alegría que nadie nos podrá arrebatar», sostuvo.
