REDACCIÓN. Desconocidos vestidos con indumentaria policial sacaron de su vivienda a dos jóvenes residentes de la aldea La Ciénaga, para luego darles muerte en un predio cercano a la carretera que conduce hacia el sur del país, específicamente en el desvío a la aldea El Horno en el Distrito Central.
Las víctimas respondían en vida a los nombres de Elí Jafeth Hernández (18 años de edad) y Gary Bryan Hernández (32).
Según el relato del padre de ambas víctimas, toda su familia se encontraba dentro de la casa, cuando de repente ingresaron varios hombres armados y vestidos como «agentes policiales».
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«Nosotros estábamos acostados a las doce en punto… Llegaron hombres con uniformes de la DPI, pero cuando yo los vi que todos andaban con tenis blancos, dije: estos no son policías», expresó el acongojado padre de las víctimas, Carlos Hernández, entre lágrimas.
Hechos
A su vez, relató que los individuos hicieron que todos se lanzaran al suelo, boca abajo mientras les preguntaban por uno de los muchachos. Y aunque nadie dio respuesta a la interrogante, uno de los malhechores reconoció al joven que buscaban. En ese sentido, los desconocidos se llevaron a Bryan, pero también a su hermano Elí.
Hernández agregó que tras el traumático momento llamaron a la línea de emergencia 911 para solicitar ayuda de las autoridades. Por consiguiente, agentes policiales arribaron al lugar para darles acompañamiento y realizar patrullajes alrededor de la zona.
Sin embargo, no hubo respuesta, sino hasta en horas de la mañana. Hernández contó que esta mañana recibió la terrible noticia de que sus hijos yacían muertos en un terreno.
Por otra parte, mencionó que el mayor de los dos jóvenes consumía drogas y no sabe si debía dinero. Hernández no sabe si creer que la muerte les llegó por esa razón.
Desconsuelo
El padre de familia entre llanto comentó que su hijo de 32 años trabajaba descargando café junto a él o como ayudante de albañil. Y sobre el joven de 18 años, detalló que era cobrador de una unidad de bus de la ruta de Santa Ana.
Asimismo, pese a lo que hayan hecho sus hijos no se esperaba su muerte. «Sólo le pido fuerzas a mi Padre Celestial en este momento difícil, porque después de mi cumpleaños jamás pude pensar que me iba a venir a encontrar con esta noticia», finalizó desgarrado en llanto.