EL PARAÍSO, HONDURAS. Sujetos desconocidos a bordo de una motocicleta mataron al dueño de un negocio, tipo llantera, en Jamastrán, departamento de El Paraíso, zona oriental del país.
Este hecho que enluta a una familia aconteció exactamente en la comunidad de Los Almendros. Al parecer, la víctima ya realizaba sus labores cotidianas cuando los pistoleros le dispararon.
De acuerdo a relatos preliminares, la víctima recibió varios impactos de bala, por lo que murió casi de manera instantánea, quedando bocabajo y cerca de sus implementos de trabajo.
Asimismo, a la víctima se le identificó con el nombre de José Isidro Rivas, de 39 años, quien era el propietario de la llantera que lleva por nombre Josué y funciona en la localidad en mención.
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Escena del crimen
Familiares de la víctima llegaron de inmediato hasta la escena del crimen y no podían creer lo sucedido y la manera en la que encontraron a José Isidro.
Una de las hermanas de la víctima aseguró que pedirían que no se llevaran el cuerpo de su hermano, debido a que no confían en los resultados de las autoridades.
«De nada sirve, nosotros le vamos a pedir a la fiscalía que no se lo lleven, por favor, porque de nada sirve y no averiguan nada, entonces que no lo muevan de aquí y que aquí lo dejen», señaló la hermana de la víctima.
«Tantos hechos que han habido y no han averiguado varios, aquí han habido varios, ningún responsable ni ningún detenido, ni nada, entonces para qué. Entonces pedimos que no lo vayan a levantar, que aquí lo dejen y no lo lleven para Téguz», agregó la señora.
De acuerdo con los familiares, la víctima no tenía enemistades con nadie o problemas de cualquier índole, puesto que era un hombre trabajador que se dedicaba a su negocio.
Una menor de 13 años fue quien presenció el hecho y detalló que ella solo vio que se paró la moto frente a la llantera y los pistoleros comenzaron a disparar.
Estaba en el suelo
«Estaba tirado cuando le volvieron a disparar, ya muerto le volvieron a disparar. Dios sabrá y pondrá la mano en cada quien de los que hizo eso, las lágrimas que votamos ahorita, ellos las van a votar después».
El fallecido vivía en la misma casa donde se reportó el hecho violento y deja dos hijos, uno de 13 y otro de 17 años.
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