REDACCIÓN.- Un hombre identificado como Francisco Samuel V. de 38 años, logró sobrevivir durante 8 días en un cerro de Zamora, Michoacán, donde fue dado por muerto luego que desconocidos lo secuestraran y le dispararan en la cabeza y en una pierna.
Según medios locales, después de estar inconsciente y no poder caminar, se arrastró hacía la colonia Carmen Serdán, donde permaneció hasta que el domingo 3 de octubre campesinos del lugar lo asistieron cuando escucharon sus gritos de auxilio.
Poco después, personal médico lo trasladó hasta un hospital de Zamora para tratarle las heridas en la cabeza y fémur.
La víctima contó que hombres armados irrumpieron en su vivienda de la colonia Huertas Zamoranas el pasado 25 de septiembre y lo trasladaron en un vehículo hasta lo alto de un cerro, donde lo golpearon, le dispararon y lo abandonaron, creyendo que estaba muerto. Los motivos del ataque y sus responsables aún están bajo investigación de la Fiscalía General del Estado.
Lea también: VIDEO: Hombre atrapa a cocodrilo usando solo un bote de basura
Las tres olas de violencia en Michoacán
En Michoacán se ubica uno de los puertos más importantes del país, el Lázaro Cárdenas. Por ahí entran precursores químicos para la producción de drogas sintéticas, como el fentanilo. También tiene puntos estratégicos de traslado de drogas, ya sea vía marítima o terrestre, que conectan con estados como Sinaloa.
Al puerto también llega el armamento que utilizan las organizaciones criminales para poder enfrentarse a las fuerzas de seguridad. Mientras que la sierra michoacana resulta atractiva para la siembra de marihuana y para la instalación de laboratorios clandestinos, donde difícilmente detectan lo que ahí se produce, según medios locales.
«Michoacán se ha convertido en una gran cocina de drogas sintéticas, y bueno, esto lo hace muy atractivo para los grupos criminales», menciona Ramón Celaya.
Esta es la posición en la que se encuentra Michoacán desde hace décadas. Sin embargo, los expertos consideran que en la historia reciente, el estado ha atravesado por al menos tres olas de violencia muy marcadas.
La primera ocurrió durante el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), cuando se lanzó el combate frontal a los cárteles de La Familia Michoacana y los Caballeros Templarios. En ese entonces, esos grupos criminales ejercían control solo en aspectos territoriales, no en lo político ni en lo social.
Después, con Enrique Peña Nieto (2012-2018) surgieron las autodefensas, con la que civiles lograron armarse de forma legítima como cualquier policía, pero muchos integrantes de estos grupos usaron esta figura para cometer delitos y colaborar con el crimen organizado.
En el actual sexenio, las autodefensas no están reguladas, no hay liderazgos claros y además está la expansión del Cártel Jalisco Nueva Generación.
? Suscríbete gratis a más información en nuestro WhatsApp haciendo clic en el enlace: http://bit.ly/2LotFF0
